«Los chilenos en el exilio no existimos»

12/09/2008

Esta semana el Centro Civico Julián Besteiro acoge en el treinta y cinco aniversario de su muerte, una exposición sobre Salvador Allende. Gente charla con un miembro de la asociación de represaliados chilenos de Leganés, Mª Inés.


Mª Inés Herrera Tapia era catedrática de Inglés en la Universidad de Antofagasta en 1973. Cuando el ejército se levantó ella fue expulsada de la universidad. Su marido Pepe Bello, miembro del gobierno de Allende -era el Jefe Provincial de Tierras y Bienes Nacionales- también se quedó en la calle. Esperaron cinco años a que la dictadura cayese, pero no ocurrió. «Salimos de Chile mintiendo», recuerda con una sonrisa. En 1978 Mª Inés, con la excusa de impartir unos cursos en la universidad de Santander, consiguió un pasaporte para viajar a España. Dos meses después su marido y su hija se reunieron con ella gracias a un permiso de reagrupación familiar. En 1981 se instalaron definitivamente en Leganés donde Mª Inés fue profesora de la UPL (Universidad Popular de Leganés) y más tarde bibliotecaria hasta su jubilación. Hoy, está feliz en España, «por la familia», pero reconoce que, los primeros años, fueron muy duros. El matrimonio pertenece a la Asociación Francisco Aedo, formada por un grupo de exiliados chilenos que lucha por «los DDHH, sobre todo los políticos y las libertades individuales», y trata de mantener viva «la memoria de Allende».

¿Cómo nace la asociación?

La asociación nació de un grupo de chilenos que se reunieron y empezaron a contar sus historias, en el grupo se encontraba Francisco Aedo (nombre de la organización), víctima directa de la represión chilena. Su padre desapareció y aún hoy no se sabe qué le ocurrió.

¿Cuáles son los objetivos?

El objetivo de la asociación en la lucha en pro de los DDHH. Colaboramos en aquellas actividades que están a favor de los DDHH políticos y de las libertades individuales.

¿Qué tareas habéis llevado a cabo como asociación?

Como asociación hemos asistido al Congreso de Exiliados Chilenos de Viena, en 2007, además defendemos públicamente causas como la de Marco de la Vega. De la Vega era el alcalde de Tocopilla y fue fusilado en 11 de octubre de 1973, pero fue citado en un libro de los ‘historiadores’ chilenos, Sofía Correa y Alfredo Jocelyn-Holt Letelier en el que aseguran que los represaliados chilenos se «exiliaron felizmente, como el caso de el alcalde de Tocopilla, Marco de la Vega que vive en Suecia», cuando en realidad fue asesinado. También apoyamos a los exiliados chilenos que quien regresar, les ofrecemos apoyo médico, legal… Y como objetivo final, la asociación quiere realizar el primer Congreso Chileno Europeo en Madrid, pero tenemos muchos problemas. Necesitamos mucho dinero y mucha colaboración y no sé si podremos conseguirlo.

¿Qué representa Salvador Allende para la vosotros?

Para nosotros Salvador Allende es un personaje muy querido, compartimos ese sentimiento de apoyo con los españoles. Queremos que se conozca más la historia, de ahí los libros y las fotos de la exposición. El 11 de septiembre también hay en España diversas celebraciones en su memoria, incluso más que en Chile.

¿Cómo le recordáis?

Todos los años en Leganés hacemos una ofrenda floral en el monumento a Allende en la Plaza de la Inmaculada. Además este año, que se cumplen 35 años de su muerte, hemos montado una exposición en el Centro Cultural Julián Besteiro de Leganés, el día 10 habrá un coloquio sobre las víctimas represaliadas y el 11 de septiembre iremos al monumento a hacer una ofrenda floral en su memoria.

¿Cuántas miembros hay en la asociación?

En la asociación somos unos chilenos 24, pero 9 ó 10 son los que trabajamos activamente.

¿Os sentís acogidos en España?

Los chilenos que están es España están muy agradecidos con la colaboración que han encontrado aquí. Por ejemplo Leganés está hermanada con Conchalí, y el único Moai que hay fuera de la Isla de Pascua, está en España, concretamente en Olot (Girona).

Y en Chile, ¿qué pasa con los represaliados de la dictadura militar?

Los chilenos en el exilio no existimos, ni siquiera podemos votar. También tenemos multitud de problemas con temas de derecho civil: herencia, matrimonio, divorcio…
En Chile ahora hay 13 regiones y nosotros queremos que se reconozca la 14: los chilenos en el exilio. La derecha chilena está convencida de que todos los exiliados somos de izquierdas y no es así. Por eso, ponen muchos problemas para que podamos votar: por ejemplo quieren poner la condición de que, los que voten vayan, al menos, una vez al año a Chile.

¿Cómo veis la política chilena desde el exilio?

En el exterior somos muy críticos con la política chilena, Allende nunca hubiera dado su apoyo a lo que sucede ahora. Durante el gobierno de Lagos, hubo un importante descenso de la pobreza, pero ahora se ha acentuado: Allende nacionalizó el cobre. Ahora el gobierno lo vende a un precio ridículo a China que a su vez lo revende a precios elevadísimos a EEUU. En general, en Chile hay un sentimiento negativo hacia los exiliados, piensan que aquí nos hemos dado ‘la gran vida’.

¿Cómo está el tema de la ‘Memoria histórica’ en Chile?

La gente en Chile ha querido olvidar: por represión y por miedo y porque era más importante sobrevivir que dedicarse al apoyo de la política. Por ejemplo, el día en que murió Pinochet yo estaba en Chile y salió gente a la calle, pero aquí, la verdad es que se vivió con más «entusiasmo» que allí. Cuando vivía Allende los militantes éramos profesionales y ahora el espíritu se ha perdido.

¿Estáis de acuerdo con como está llevando el gobierno los juicios contra los criminales de la dictadura?

Estamos contentos porque se está haciendo justicia con los torturadores, lo malo es que ya son viejos. Ellos creían que nadie iba a atacarles cuando todo pasara y ahora se están encontrando en la cárcel con 70 años.

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