La UE denuncia que 62 millones de europeas han sido víctimas de la violencia de género

08/03/2014

Más de nueve millones de mujeres europeas han sido víctimas de una violación, un 33% han sufrido violencia física o sexual y sólo una de cada tres denuncia las agresiones. Estas son algunas de las cifras del mapa de la violencia de género que dibuja un estudio de la Unión Europea, publicado este miércoles.


Según este informe, una de cada cinco españolas de más de 15 años (22%) ha sufrido violencia física o sexual, y de las víctimas, menos de una quinta parte ha denunciado a la policía la agresión más grave.

Estos datos son la expresión estadística de un problema común que el propio estudio denuncia como «un vasto abuso de los derechos humanos que la Unión Europea no puede permitirse ignorar». La percepción de que la violencia de género es un problema muy o bastante extendido es compartida por el 78% de las europeas.

Aún así, para sacar a la luz la gravedad de la situación, la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE (FRA) ha realizado una encuesta entre 42.000 mujeres de los 28 países de la Unión. Se trata de un estudio encargado por España en 2010 que es el mayor que se ha elaborado sobre violencia de género en el mundo y expone la amplitud «inaceptable» del abuso que sufren las europeas tanto en espacios públicos como privados, según la FRA.

Solo un 14% de las agresiones graves se denuncian
El estudio señala que apenas el 14% de las víctimas de violencia de género ha denunciado a la policía la agresión más grave sufrida. «Muchas mujeres no denuncian sus experiencias de abuso a las autoridades, así que la mayoría de la violencia contra las mujeres sigue oculta y, por tanto, los delincuentes no son confrontados», advierte el director de la FRA, Mortem Kjaerum.

Además, un tercio de las europeas entre 18 y 74 años (unos 62 millones) ha sufrido algún tipo de abuso físico, una de cada diez ha sido agredida sexualmente y una de cada veinte ha sido violada alguna vez en su vida.

El estudio de la FRA revela que en los 12 meses previos a la realización de la encuesta, entre abril y septiembre de 2012, 13 millones de mujeres de la UE de entre 18 y 74 años de edad han sido víctimas de violencia física, desde empujes o puñetazos a quemaduras y estrangulamientos.

Una de cada cinco españolas ha sufrido violencia física o sexual
El 20% de las españolas de más de 15 años reconoce haber sido en al menos en una ocasión víctima de maltrato, como recibir bofetadas, empujones, tirones de pelo o puñetazos. Según este estudio, un 6% de las españolas de más de quince años ha sufrido una violación, el intento de ser forzada o ha consentido tener sexo por miedo a las consecuencias de una negativa.

Además, el 13% de las españolas reconoce haber sufrido violencia física o sexual a manos de su actual o anterior pareja. Este es el datos más bajo de Europa, donde la media se sitúa en el 22%.

De las víctimas de una agresión física o sexual, sólo el 20% ha denunciado el caso más grave a la policía cuando el autor fue su pareja (la media de la UE es el 14%) , mientras que cuando el atacante no era el compañero sentimental ese porcentaje baja hasta el 12%, un punto por debajo de la media comunitaria.

Por otra parte, una de cada tres españolas reconoce haber sufrido violencia psicológica por parte de su pareja, como que controle su comportamiento o sus relaciones con amigos, que la humille en público o que la amenacen con hacerle daño a ella o a sus hijos y el 16% relata haber padecido tocamientos, abrazos y besos no deseados.

Infancia, ciberacoso y acoso laboral

Los abusos físicos y sexuales también están presentes en la infancia de muchas españolas. El 28% relata que los sufrió en la niñez y un 11% dice haber padecido violencia sexual en su infancia, como haber sido expuesta a ver los genitales de un adulto o sufrir tocamientos.

Ya en la edad adulta, una de cada diez mujeres españolas relata que ha padecido una situación de ciberacoso en Internet, y el 29% de las que aseguran estar trabajando sostiene que ha sufrido acoso en un contexto laboral.

Cuanto mayor es la responsabilidad profesional y el grado de formación académica, mayor es también el riesgo de ser objeto de ese tipo de ofensas sexuales, señala la FRA que también destaca que más de la mitad de las españolas percibe que la violencia contra las mujeres es «bastante común» y el 35% conoce a un familiar o una amiga que ha padecido violencia machista.

Diferencias entre países

Aunque la violencia y los abusos, ya sean físicos o psicológicos, en pareja o en el trabajo, son un problema en toda la UE, el informe señala grandes diferencias entre unos países y otros. El porcentaje de mujeres que aseguran haber sido víctimas desde la edad de 15 años de violencia física o sexual por una pareja actual o pasada es del 52% en Dinamarca, del 47% en Finlandia y del 46% en Suecia. Le sigue Holanda (45%), Francia y Reino Unido (44%) como los países donde más mujeres reconocieron haber sido víctima de violencia.

España (22%) se sitúa junto a Polonia (19%), Austria (20%), Croacia (21%) y Chipre (22%) en el grupo de los socios UE con menor incidencia. Aunque la FRA recuerda que esas diferencias puede deberse a factores como el tabú que para muchas mujeres supone admitir que han sido agredidas o la consideración de que la violencia de género es un asunto familiar que no debe airearse.

Violencia más allá de la agresión

La FRA no sólo pone el foco en la violencia doméstica, sino que insiste en que el fenómeno se da «todos los días en todas partes». Así, un 45% de las europeas afirma haber sido objeto de las formas más duras de acoso sexual, como abrazos y toqueteos, bromas ofensivas o recepción de material pornográfico y más de un tercio de las víctimas aseguraron haber sufrido esas agresiones en el ambiente laboral, bien por parte de jefes, compañeros o clientes.

Cuanto mayor es la responsabilidad profesional y el grado de formación académica, mayor es también el riesgo de ser objeto de ese tipo de ofensas sexuales, asegura la FRA que destaca que un 42% de mujeres embarazadas agredidas por una pareja anterior siguieron siendo maltratadas durante el período en el que esperaba un bebe.

Además, el informe analiza el impacto que este escenario de violencia tiene en las vidas de las mujeres, no sólo por las agresiones, sino por el miedo a sufrirlas, lo que lleva a muchas europeas a evitar determinadas situaciones o lugares. De hecho, la FRA señala que un marcado temor a ser asaltada es una señal de alarma al que deben estar atentos los profesionales de la salud como forma de identificar a una posible víctima.

El 016 es el teléfono contra el maltrato en España

En relación a la necesidad de que se conozca la realidad y la gravedad de la violencia contra las mujeres, hasta un 87% de las europeas se declara a favor de que los médicos pregunten a una paciente con un determinado tipo de heridas si ha sido víctima de agresión.

El problema, según la FRA, radica en que una de cada cinco mujeres no sabe ni siquiera a dónde podría dirigirse en busca de ayuda en caso de que fuera víctima de maltrato. Una situación que no se da en España, que es con diferencia el país donde más mujeres, el 83%, dice haber sabido de una campaña contra la violencia de género.

Kjaerum reconoce que en España en los últimos 10 o 15 años se ha avanzado mucho en la lucha contra este tipo de vulneración de los derechos humanos y menciona, por ejemplo, la legislación española. Pero también señala que se ha producido un cambio en la sociedad, en el tipo de lenguaje que se utiliza para definir la violencia machista, y en la apertura lograda para hablar en público y denunciar las agresiones.

Posibles vías de actuación

A la luz de los resultados del informe, la FRA propone a la UE abordar las principales áreas problemáticas en relación con las experiencias de violencia de las mujeres. Estas son las siete principales propuestas:

Los Estados miembros de la UE deben considerar la violencia dentro de la pareja como un asunto público, y no privado. Por tanto, la ley en todos los socios comunitarios debe tratar la violación dentro del matrimonio como otro caso de violación, y debe responder a la violencia doméstica como un asunto de gran preocupación pública.
Los países de la UE tienen que revisar el alcance actual de la respuesta al acoso sexual, reconociendo que pueden producirse en distintos ámbitos y pueden utilizarse diferentes medios, como Internet o los teléfonos móviles. Se debe de alentar a la policía a que investigue el acoso cibernético.
La policía, los profesionales de la salud, los empleadores y los especialistas en atención a las víctimas deben contar con la formación y los recursos adecuados para llegar hasta las afectadas. La policía y otros servicios de atención deben estar capacitados para reconocer y entender el impacto del abuso psicológico en las víctimas, con el fin de que se garantice actuar contra toda forma de violencia contra las mujeres.
Las plataformas de internet y las redes sociales deben ayudar activamente a las víctimas de «ciberacoso» a informar sobre el abuso y se debe alentar que limiten comportamientos inapropiados.
Se requiere que los servicios de apoyo especializados para atender a las víctimas detecten y traten también algunos sentimientos negativos, que puede incluir una sensación de vergüenza y culpa.
Las campañas sobre la respuestas a la violencia contra las mujeres deben dirigirse tanto a los hombres como a las mujeres. Los hombres deben participar positivamente en las iniciativas.
La agencia europea insta a todos los países europeos a ratificar la «Convención europea para la prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica», un instrumento que pretende equiparar las legislaciones en esta materia de todo el continente.

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