Durante este fin de semana, se celebra en Bruselas la conferencia “EU in Crisis: Analysis, resistance and alternatives to corporate Europe”, en la que participan más de 250 personas procedentes de movimientos sociales, sindicatos y ONG’s de toda Europa. El objetivo de este encuentro es crear una red de cooperación desde la que impulsar una estrategia común para luchar contra las antidemocráticas leyes de austeridad.
Austeridad para muchos; impunidad para los ricos y poderosos que provocaron la crisis. Deuda pública en aumento; rescates masivos a los bancos. Un proceso de toma de decisiones irresponsable y centralizado en Bruselas. Los derechos de los trabajadoras/es dejados de lado; el irrefrenable poder de influencia de las empresas creciendo. Estos son sólo algunos de los efectos de la respuesta de la UE a la crisis que han puesto de relieve las/los ponentes a lo largo de esta mañana.
En primer lugar, Trevor Evans, ha explicado que la polÃtica de la UE para corregir el deficit, “es un error porque -el deficit- es consecuencia de la crisis y no una causa”. El profesor de EconomÃa monetaria ha recordado que “desde la introducción del euro, el superávit comercial de Alemania, de unos 50.000 millones de euros al año, fue creciendo hasta 2007, mientras que otras economÃas caÃan, en concreto, la de los paÃses del sur”. Y añade que “los responsables de este desequilibrio comercial fueron Alemania y Francia, que prestaron dinero a España, Grecia y Portugal para comprar productos alemanes y franceses”.
Por su parte, Mariana Mortágua, consejera del Bloque de Izquierdas en asuntos económicos en el Parlamento Portugués, desmiente los grandes mitos que se esgrimen desde los poderes fácticos como, por ejemplo, que la sociedad hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, a lo cual ha comentado que “la deuda pública no ha creado la crisis, sino que es la deuda privada la que nos ha llevado a esta situación”. Despues de dos años de vivir en austeridad, la deuda pública es cada vez más grande y la recesión y el paro aumentan, asà pues, la economista termina preguntando “¿cómo podemos pagar una deuda si nuestra economÃa está destrozada?” y afirma que “no podemos y además, no deberÃamos pagar parte de esta deuda, porque es inmoral. ¿Si todos emigráramos, quién iba a pagar la deuda?”. Finalmente, Mariana Mortágua concluye que “necesitamos polÃticas de crecimiento y de empleo en vez de polÃticas de austeridad, y necesitamos formas alternativas para financiar los gobiernos”.
Y por último, Jan Willem Goudriaan, Secretario General Adjunto de la Federación Europea de Organizaciones de Servicios Públicos, insiste en que la brecha entre pobres y ricos crece a pasos agigantados y anima a encontrar una vÃa democrática para cambiar esta situación: “nunca antes habÃamos visto en toda Europa tantas protestas sociales y eso es lo que tenemos que hacer: participar en estas acciones porque las polÃticas de austeridad no están funcionando y debemos cambiar el rumbo para construir una Europa diferente”.
Algunas de las demandas que algunos movimientos sociales, presentes en la conferencia, resaltan son: dar marcha atrás a todas estas leyes que promueven la austeridad, como el Pacto Fiscal o el llamado “six pack” de normas de gobernanza económica, recortar el poder financiero, promover un orden monetario justo, orientar los sistemas fiscales de cada paÃs a financiar el bienestar social y, en esta lÃnea, adoptar una especie de protocolo para proteger los derechos sociales y, por último, hacer frente a la crisis climática rechazando los llamados “mercados de carbono”, invirtiendo en energÃas renovables y fomentando esquemas de consumo y producción local, entre otras.
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