¡Ramón, ni olvido ni perdón!

22/07/2011

La familia del joven muerto en el centro de menores pide una segunda autopsia.


Concentración viernes 22 de julio a las 18h en el Ayuntamiento de Brea del Tajo (Plaza del Generalísimo, 1). Iremos caminando hacia el centro de menores Teresa de Calcuta, Autobuses desde Atocha, línea 351.



La
familia del joven muerto en el centro de menores pide una segunda
autopsia



Esther
Serrano dejó el pasado viernes a su hijo Ramón
Barrios, de 18 años, en el
centro
de menores Teresa de Calcuta
,
en Brea de Tajo. Eran las ocho de la tarde. Al día siguiente
recibió en su casa una visita inesperada. Personal del centro
de internamiento, de gestión privada, se acercó hasta
el domicilio, en el barrio de Villaverde Alto, para informarle de
que
su
hijo había muerto esa noche de un paro cardiaco
.
La madre no se lo podía creer, pero en medio del estupor
decidió incinerar a su hijo el domingo a las siete y media de
la tarde, como incluso se llegó a publicar en una esquela.
Durante la mañana del domingo, centenares de familiares y
amigos de Ramón se acercaron hasta el Tanatorio Sur. Pocas
horas antes del sepelio, un tío del chico y algunos amigos
quisieron ver el cadáver y descubrieron varios arañazos
y moratones. Con una cámara digital sacaron algunas fotos y
ordenaron paralizar el entierro.


El
cuerpo de Ramón está desde entonces en una cámara
del tanatorio. La familia quiere que se le haga una segunda
autopsia. El avance de la primera, que se le practicó la
misma noche de su muerte, indica que no se aprecian signos de
violencia, razón por la que el juez permitió su
incineración. Pero la familia no entiende cómo al
"niño", al que definen como un chico alegre y sano
que de vez en cuando "se fumaba un porro", se le ha podido
parar el corazón sin más.


Era
el tercer fin de semana que Ramón acudía al centro
para cumplir una pena de 12 meses por un hurto que había
cometido cuando tenía 17 años. Ese viernes, antes de
irse, se despidió de su hermana, a la que llamaba Tata, y de
algunos de sus vecinos. La Tata asegura que se fue contento aunque
le había contado que el domingo anterior había tenido
un "pequeño problema" porque le descubrieron
fumando en la habitación. No era la primera vez que Ramón
pasaba por un centro de menores. Ya había cumplido 18 meses
en uno y tenía pendiente otra condena de ocho fines de
semana.


Fuentes
del Gobierno regional aseguran que el joven presentaba "síntomas
no adecuados" para su internamiento cuando llegó al
centro, aunque su madre sostiene que estaba "perfectamente
tranquilo". Según una portavoz de la Consejería
de Presidencia, el joven sufrió un ataque de ansiedad y poco
después un paro cardiaco. Eran las tres de la madrugada. Al
llegar la ambulancia los médicos intentaron reanimarlo, sin
éxito.


Ni
Esther ni la Tata se explican por qué nadie les avisó
hasta las doce de la mañana del sábado. Desde la
Consejería aseguran que se siguió el protocolo y que
para dar la noticia a la madre reunieron a un equipo de psicólogos,
que acompañó al coordinador del centro hasta su casa.


Tras
conocer el caso, la portavoz socialista de Asuntos Sociales de la
Asamblea de Madrid, Matilde Fernández, solicitó ayer
más información al Gobierno regional. La consejera de
Presidencia, Regina Plañiol, aseguró que dará
todas las explicaciones necesarias cuando se conozca el resultado de
la primera autopsia.


La
familia presentó ayer ante el juez las fotografías del
cadáver. Mientras esperan que no se cierre el caso, el cuerpo
de Ramón espera en el tanatorio.


El
País




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