Cuando las víctimas son menores de edad: el caso de Colombia

Se cumplen ahora 20 años de la Convención de los Derechos del Niño, el tratado de derechos humanos ratificado por más países en el mundo y, a priori, esto debería significar el más respetado. Sin embargo, 20 años después, sigue habiendo en todo el mundo millones de niños y niñas a quienes se les niega el derecho a la educación, acceso a la vivienda o a la salud. Son víctimas de violencia y abusos, torturas, asesinatos, reclutamiento ilegal y explotación laboral o sexual en muchos lugares, como se encarga de recordarnos habitualmente Amnistía Internacional.

Un ejemplo donde los menores son víctimas de algunos de estos abusos se da en Colombia. El terrible conflicto que existe en este país desde hace décadas ha supuesto entre 3 y 4 millones de desplazados internos. De ellas, más de un millón son niños y niñas. Aterrorizadas, muchas familias han tenido que abandonar sus casas, quedando en una situación de aún mayor vulnerabilidad frente a nuevos abusos. Esta situación es mucho más grave cuando se trata de menores. Muchos no podrán volver a casa jamás. Por eso es necesario que la comunidad internacional se movilice y que el gobierno colombiano asuma su responsabilidad y cumpla los acuerdos internacionales para proteger a los menores. Ojalá este 20 cumpleaños sirva para ello.

Miguel Muga, Madrid