#JusticiaMenstrual
MANIFIESTO
La alerta sanitaria decretada el 14 de marzo de 2020 con motivo de la pandemia de la COVID-19 ha tenido graves consecuencias en la población, la más dramática, la pérdida de vidas humanas. Pero, además, este momento excepcional está teniendo también una serie de efectos psicológicos, sociales y económicos en la población, que deben ser visibilizados y atendidos. Los datos de empleo del pasado mes de marzo nos han dejado la noticia de la destrucción de miles de puestos trabajo a causa de la pandemia. Esto se traduce en multitud de personas y familias que dejan de percibir un salario, que se quedan sin sustento alguno para cubrir sus necesidades básicas y que se ven avocadas a una situación de vulnerabilidad social puesto que dentro del marco neoliberal no se contempla el rescate de ellas sino solo el de la economía.
Esta situación precisa de medidas inmediatas. Somos conscientes de que ONG e Instituciones están colaborando para proporcionar alimento a muchas de las familias y personas que sufren esta situación. Sin embargo, hay otros productos que están quedando en segundo plano y son igual de necesarios, hablamos de los productos de higiene menstrual. En la actualidad, alrededor de 11.830.546 mujeres, jóvenes y niñas (25% de la población) están menstruando en nuestro país, y lo hacen como parte de su proceso fisiológico natural.
En este sentido, nos parece una injusticia que estos artículos no sean considerados como productos de primera necesidad. Prueba de esto es el IVA que se les aplica del 10%, pese a que en la anterior legislatura del 2018 fue aprobada la bajada al 4%. Desde la asociación de consumidores FACUA confirman que: «En la actualidad, el IVA se mantiene en el 10%» (El Mundo, febrero 2020).
Demandamos la inclusión de la perspectiva de género en la política fiscal. Países como Kenia, Inglaterra, India, Australia o Canadá ya han reducido o eliminado el IVA en estos productos. Escocia ha dado un paso más allá, ha aprobado este año 2020 dar estos productos de manera gratuita. En las Islas Canarias, ya desde 2018, cuentan con compresas y tampones libres de impuestos. Este no es solo un gesto económico, sino que es también un gesto simbólico, en tanto que supone reconocer a estos artículos como productos de primera necesidad, reconociendo así que la menstruación es algo natural que tenemos derecho a vivir dignamente.
En un momento en el que el número de personas por debajo del umbral de la pobreza amenaza con crecer de forma alarmante y en el que muchas familias están dejando de percibir ingresos, se debe poner el foco también, en la pobreza menstrual, que se define como la falta de acceso a productos adecuados para la recogida del sangrado menstrual, la falta de jabón y agua limpia, así como la falta de lugares seguros para el aseso, los falsos mitos, el estigma y la falta de información y educación sobre la menstruación.
La pobreza menstrual es algo de lo que no se habla en este país, ni siquiera tenemos estudios, y ya se sabe que aquello que no se nombra no existe, al menos no en el imaginario colectivo. Sin embargo, esta pobreza es algo que existe, que sufren muchas personas y que amenaza con crecer. Es por ello por lo que el Gobierno debe velar por contenerla y eliminarla. Por tanto, es su responsabilidad paliar esta situación garantizando el acceso a compresas, tampones o copas menstruales a todas las personas que menstruan, porque ésta, como el resto de las pobrezas, tiene consecuencias negativas para el conjunto de la sociedad.
El hecho de menstruar es considerado aún hoy, como algo íntimo, privado o, como mucho, una “cosa de mujeres”. Sin embargo, es social, cultural y político. Y es en el marco político donde buscamos poner el foco, ya que el sistema patriarcal, capitalista y neoliberal solo contempla el carácter productivo de la persona, y no pone el foco en su propia naturaleza y necesidades fisiológicas.
Con esta campaña queremos que desde las Instituciones del Estado se empiece a hablar de la menstruación como un proceso natural que vivimos millones de mujeres, niñas y jóvenes en este país y pretendemos poner, hoy más que nunca, la justicia menstrual en la agenda política y social, dando voz a todas las invisibles, reconociendo su existencia y la existencia de su dramática situación. Y, sobre todo, hoy más que nunca, reivindicando que en ningún caso vivir la menstruación con dignidad puede ser un lujo según el poder adquisitivo de la persona.
Por todo ello instamos al Gobierno de España a que:
- Aplique de manera inmediata la reducción del IVA de los productos de gestión menstrual del 10% al 4% en compresas, tampones y copas menstruales, reconociendo así el derecho que tiene toda persona a vivir esta parte de su ciclo biológico con dignidad y con recursos.
- Garantice, en estos momentos de alerta en los que muchas personas se han quedado sin sustento económico, el acceso gratuito a los productos y recursos para una higiene menstrual digna.
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