Nota de prensa de Federación de Asociaciones de Mujeres de la Comunidad de Madrid

04/02/2016

Una Estrategia diseñada a espaldas de las organizaciones de mujeres de la Comunidad de Madrid y sin sus aportaciones, que excluye a colectivos de mujeres, ignora la diversidad familiar, no concreta medidas explícitas en cada uno de los ejes, y se desconoce como se va a aplicar y con cargo a que partidas del presupuesto asignado anualmente.


LA RETÓRICA DE LA “ESTRATEGIA MADRILEÑA CONTRA LA VIOLENCIA DE GENERO” DONDE NO TUVIMOS VOZ LAS ORGANIZACIONES DE MUJERES.

En la actualidad la Comunidad de Madrid, a través de su Estatuto de Autonomía, mantiene competencia exclusiva para la promoción de la igualdad de la mujer y su participación en el desarrollo político, social, económico y cultural en la CM. Es bien sabido que uno de las pilares esenciales de la democracia es el diálogo social entre Gobiernos, Administraciones públicas, agentes sociales y organizaciones sin ánimo de lucro, la Constitución española, en su Art. 23 reconoce el derechos de la ciudadanía a participar en los asuntos públicos, y en su Art. 9.2 insta a los poder públicos a facilitar esa participación, sin embargo las organizaciones de mujeres fuimos excluidas de la elaboración de la Estrategia madrileña contra la violencia de género 2015-2021, y a pesar de tener un interés directo en el asunto, se utilizó por parte del gobierno de la CM la formula “todo por las mujeres pero sin las mujeres”, en una actitud paternalista propia de otros tiempos.

Tras el discurso de investidura de la presidenta de la CM, Cristina Cifuentes, en junio de 2015, la Federación de asociaciones de mujeres de la CM, en septiembre, solicitó la participación en el diseño de la anunciada Estrategia, ser incluida como una mas de esas Entidades dialogantes que una y otra vez anunciaba el Consejero de Política social y Familia, Carlos Izquierdo, en la Asamblea de Madrid, pero la fecha de reunión fue siendo alarga por la Consejería hasta el día antes de ser presentada tal Estrategia, el 27 de enero 2016, cuando ya no podía incorporarse ninguna propuesta, en un ninguneo y una burla sin precedentes a nuestra entidad y el conjunto de organizaciones de mujeres, cuando descubrimos que la Estrategia estaba diseñada desde antes de las elecciones autonómicas, durante los seis meses primeros de 2015, bajo el decálogo de actuaciones del Observatorio Regional de la Violencia de Género, lo que pone en duda la colaboración real de alguna entidad social, a falta del Consejo Asesor de dicho observatorio, de carácter social, extinguido durante el Gobierno de Aguirre, así como el Consejo de la Mujer de la CM, que también ostentaba vocalía en el mismo, y de la misma manera extinguido en un desprecio a las organizaciones de mujeres y a la participación social y ciudadana en nuestra Comunidad, de nefastas consecuencias, pues una vez mas la voz de las mujeres ha sido silenciada y sus asociaciones ignoradas, simbólicamente subsumidas en la coletilla “ONGD y otras entidades sociales” del documento de la Estrategia.

Todo ante la inhibición y pasividad de una Dirección General de la Mujer que debería hacer uso del registro de organizaciones de mujeres inscritas en la misma, para informar y dar participación a éstas en las Estrategias, Planes y Programas, pero como se ve también desde aquí se desconsideraron sus derechos. El pasado 1 de febrero tomo posesión de cargo una nueva Directora, Dolores Moreno, pero no se trata de cambiar una imagen femenina, si no de que cambie la Dirección General de la Mujer asumiendo comportamientos mas democráticos.
El motivo de tanta omisión es que dicha Estrategia madrileña no es más que una recopilación del recuerdo del “Plan de acción integral contra la violencia de género para la CM 2005-2008”, del Gobierno de Esperanza Aguirre, por entonces presidenta de la CM, continuista del mismo y poco más. Nos encontramos, haciendo una comparativa, con la repetición de un Plan que acabó en 2008 sin evaluación ocho años después.
La Estrategia hace gala de ser novedosa e innovadora, pero sus objetivos y medidas ya fueron puestas en práctica con ese Plan de 2005, que ya reconocía lo que ahora ésta denomina “colectivos vulnerables”, colectivos específicos de mujeres para programas y servicios, mujeres discapacitadas, inmigrantes (pero solo la latinoamericanas y el magrebies), menores (niñas y adolescentes) y prostitutas. Ahora la Estrategia incluye a mujeres rurales, mayores, y colectivos religiosos, culturales y étnicos, aunque sin mencionar cuales a excepción de gitanas entre paréntesis, ni aportar medidas concretas, y sigue sin reconocerse a las mujeres transexuales, bisexuales y lesbianas a pesar de contemplarse entre sus medidas la educación afectivo sexual y relaciones de pareja para adolescentes. Aquel Plan estaba heterosexualizado como esta Estrategia lo está, desde principio a fin, ignorando a las parejas del mimo sexo, particularmente de mujeres, y la homofobia social, los diversos modelos de familia con sus diferentes conflictos, la transfobia y la mutilación genital infantil intersexual.

En aquel Plan de 2005 se contemplaban diferentes tipos de violencia hacia las mujeres, como la explotación sexual y la trata, acoso sexual en el ámbito laboral, delitos contra la libertad e indemnidad sexual (agresiones, abusos, acoso, tráfico, etc.), y la mutilación genital femenina, aunque aún no existe un protocolo de actuación en la CM como en otras Comunidades. Ahora la Estrategia también reconoce los matrimonios forzados, pero no los embarazos forzosos y la maternidad obligada, propone diseñar y ejecutar programas para adolescentes y jóvenes embarazadas y/o con menores a su cargo victimas de violencia, pero no hace mención alguna a Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, después de la última reforma para impedir que las menores pueden ejercer el derecho al aborto, que ha generado aun mas violencia, y es que el olvido de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres es también violencia de genero.

Ya se adoptaron hace años las medidas que propone la Estrategia, como un teléfono 012 y un Portal www.madrid.org, Puntos Municipales del Observatorio Regional de la Violencia de Género, puntos de encuentro, los seguimiento individualizados de las Órdenes de Protección, aunque éstas no se concediesen, la transversalidad en las diferentes áreas, los acuerdos con los medios de comunicación y sus premios, la formación de profesionales y guías de buenas prácticas, los programas audiovisuales didácticos y los planes de formación en las universidades, las sensibilización de las AMPAS, la formación de personas adultas y la prevención de desescolarización forzosa de las niñas, los centros de acogida, las permutas, el fondo de emergencia, las ayudas económicas y prestaciones, la inserción sociolaboral, y lamentablemente también la revictimización por actuaciones institucionales, que todavía continúan, y propone ahora como medida la inclusión de la cuestión en los planes de igualdad de las empresas, cuando ya se encargó de inutilizarlos, una vez implantados e incluida esta medida, el Decreto-ley de 2012 de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral, y es que desconoce esta Estrategia la violencia económica que llevan soportado las mujeres desde el comienzo de la crisis, y la feminización de la pobreza presente en la Comunidad con toda la destrucción de empleos y de servicios sociales públicos que las ha vuelto a confinar en el hogar, un caldo de cultivo propicio para mas violencia.

Luego hace gala también de introducir profesionales hombres para que actúen como modelos positivos de referencia, cuando su presencia es ya una realidad, a través del principio de igualdad entre mujeres y hombres para el acceso al empleo, y como objetivo del Plan anterior para conseguir mayor implicación de los hombres en la erradicación de la violencia de género contra las mujeres, como la rehabilitación a los maltratadotes, las campañas de información y prevención dirigida a hombres, los grupos de debate de profesionales hombres, donde ahora se incorporan los “micromachismos” y entonces se dirigían a fomentar la corresponsabilidad, concepto que no aparece en ninguna parte de la Estratega ahora.

Entre las verdaderas novedades, exhibe el documento la incorporación de las prescripciones del Convenio sobre Prevención y Lucha contra la Violencia contra la Mujer y la Violencia Doméstica, (Convenio de Estambul) del Consejo de Europa, pero lo aplica selectivamente, pasando por alto el Art. 9 que obliga a los Estados a reconocer, fomentar y apoyar, a todos los niveles, el trabajo de las organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil activas en la materia, y establecer una cooperación efectiva. Contempla a medias el Art. 38 de la Ley integral de violencia de genero de la CM, para la colaboración con entidades privadas y asociaciones sin ánimo de lucro, incorporando solo a las primeras a la Estrategia, la Red de Empresas por una Sociedad Libre de Violencia de Género, pero no a las asociaciones de mujeres dedicadas, que tan solo son mencionadas a lo largo del texto para el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, 25 de noviembre, y entre paréntesis. En definitiva, la participación de la sociedad civil se reduce solo a un Punto en todo el texto, apoyar acciones informativas de los diferentes grupos de mujeres, agentes sociales u otras instancias de la sociedad civil, de manera indeterminada y sin definir, bajo la formula para organismos implicados de “Agentes Sociales y ONGD”, arbitrariamente inspirada en los Programas Daphne, de prevención de la violencia ejercida contra menores y mujeres, en colaboración con ONGD y organizaciones de voluntariado de cooperación de la Unión Europea, que ya expiraron en 2008 al mismo tiempo que el último Plan contra la violencia de la CM. Para que vamos a hablar del reconocimiento de las aportaciones del feminismo.
Y arrastra confusiones que emplaza a una seria intervención, ya en el marco conceptual y normativo se afirma que la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1994 define lo que es “violencia de genero”, cuando en realidad se trata de la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer de 1993, que define lo que es «violencia contra la mujer», notable diferencia, pues la primera apunta a la violencia dentro de un marco de relaciones desiguales de poder, y la segunda a la violencia indiscriminada por el hecho de ser mujer, y por el mismo motivo no se recoge la Estrategia la violencia domestica, violencia intrafamiliar como es el caso del maltrato y/o la violencia sexual a la mujer y la niña por parte de los parientes varones de la familia.

Particularmente comprende que la violencia de género tiene su origen en la desigualdad entre hombres y mujeres, pero no aplica ninguna medida al respecto en un ejercicio de desconocimiento selectivo hacia la Ley Orgánica para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Una pena que se haya perdido una la oportunidad de diseñar un plan de promoción de la igualdad que hubiese intervenido la violencia machista que esta resurgiendo en estos momentos. Quizá lo único destacable si no se queda en declaración de buenas intenciones sea la personación de la Comunidad de Madrid en los procedimientos penales por violencia de género.

Para concluir, la insuficiencia de recursos en los Presupuestos Generales de la CM 2016 para el programa “Acciones contra la violencia de genero y promoción de la igualdad de oportunidades”, con ayudas económicas contempladas solo para 70 mujeres, recursos residenciales solo para 385 mujeres y 300 menores, no residenciales solo para 3.000 mujeres y 200 menores, servicio de atención psicológica solo a 250 menores, etc., etc., revela que con esta Estrategia se ha tratado de cambiarlo todo para que todo siga igual.

En conclusión, una Estrategia diseñada a espaldas de las organizaciones de mujeres de la Comunidad de Madrid y sin sus aportaciones, que excluye a colectivos de mujeres, ignora la diversidad familiar, no concreta medidas explícitas en cada uno de los ejes, y se desconoce como se va a aplicar y con cargo a que partidas del presupuesto asignado anualmente.

Por todo ello y para que esto no se vuelva a repetir,

¡ RECLAMAMOS LA URGENTE PUESTA EN MARCHA DE UN
CONSEJO DE LAS MUJERES DE LA COMUNIDAD DE MADRID !

Federación de Asociaciones de Mujeres de la Comunidad de Madrid

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