La Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) ofrece una serie de Consejos a Padres para informar y orientar sobre el Periodo de Adaptación de los niños y niñas de Educación Infantil al Centro Escolar.
Con el llamado “periodo de adaptación” se busca ayudar al niño/a para que los primeros dÃas de asistencia al centro educativo sean los menos duros posibles tanto para ellos como para sus familias.
Una buena planificación y mucha paciencia y comprensión son los elementos clave para estas fechas.
Recomendamos a los padres despedÃos de vuestros hijos en la puerta del Centro Educativo mostrándoles seguridad y afecto con una gran sonrisa en los labios. En pocas horas estaréis de vuelta.
.- Si bien el Calendario Escolar de cada Comunidad Autónoma es ligeramente diferente, el inicio del mes de Septiembre trae consigo la “vuelta al cole”. Los primeros en incorporarse a las aulas serán los niños y niñas de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato de la Comunidad Valenciana que lo harán el próximo 3 de septiembre, mientras que la mayorÃa les citan a partir del dÃa 10.
Durante estos primeros dÃas de asistencia al Centro de Educación Infantil, el niño o niña va a sufrir una serie de cambios ya que hay que tener en cuenta que pasa de estar en un medio en el que él es el principal protagonista, a otro en el que va a tener que convivir, relacionarse y compartir con sus iguales. Además tiene que incorporarse a un nuevo ambiente donde personas, espacios y materiales son desconocidos para él y tiene que separarse de las personas queridas y conocidas. La acogida de los primeros dÃas deja una profunda huella sobre el sentimiento de seguridad, fundamental en la sección de los más pequeños.
Aunque el perÃodo de adaptación tiene unas caracterÃsticas particulares que dependen de la edad del niño o niña, la asistencia anterior al propio Centro o la asistencia anterior a otro Centro de Educación; desde la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE) queremos dar algunos consejos a padres para que los primeros dÃas de asistencia al centro educativo sea lo menos duro posible tanto para los niños como para sus familias.
Lo primero es mantener la calma y mostrar tranquilidad y seguridad. Dependiendo de la actitud de los padres, el niño puede vivir su primer dÃa de cole como una aventura o como una mala experiencia. Asà si la madre o el padre viven con dificultad este momento, el niño va a reclamarles con ansiedad y va a vivir la adaptación con inseguridad y miedos.
La relación de confianza entre el Centro y la Familia es muy importante. Se pretende conseguir un conocimiento muto entre las partes implicadas: Padres-Niños-Escuela, en el que se establezca una relación de confianza que favorezca y facilite la incorporación del niño al centro.
Hay que estar muy alerta ya que cada niño/a exterioriza y expresa las emociones de estos dÃas de diversas formas, pero todos ellos necesitan ayuda por parte de sus padres y educadores.
El Centro Educativo debe informar a las familias de lo importante que es respetar el periodo de adaptación, y se recomienda entregar un documento informativo sobre cómo se debe llevar a cabo para que sirva de referencia a ambas partes. Durante la primera reunión con el tutor o tutora de aula, se establecerán los tiempos con los padres hasta llegar a la total permanencia del niño en el centro, atendiendo a la individualidad del mismo, a las necesidades de la familia y sus circunstancias personales.
La presencia de las familias en el periodo de adaptación, dependerá la edad de los niños y las caracterÃsticas del grupo y los planteamientos de cada centro o educador. Desde el centro se debe plantear como un ofrecimiento, nunca como una imposición, ya que hay que contemplar situaciones familiares en las que resulta imposible acudir con sus hijos ya que en el trabajo no se lo permiten, y en este caso no debemos hacerles sentir culpables, sino ayudar y favorecer todo lo posible para que el periodo de adaptación sea lo menos traumático posible para el niño/a.
Si bien lo que se busca durante el periodo de adaptación es que el niño se incorpore a las nuevas rutinas, hay que ser flexible en los primeros dÃas y sobre todo pacientes, ya que los menores deben ir adaptándose los nuevos horarios.
No hay que olvidar que los padres tienen una influencia en este momento que viene determinada por cómo ellos vivan la separación: sus temores, sus expectativas, su ansiedad, su angustia, su seguridad o inseguridad, su grado de confianza en la institución y en las posibilidades de su hijo/a. Todo esto es transmitido y captado por el niño. Asà si la madre vive con dificultad este momento el niño va a reclamarla con ansiedad y va a vivir la adaptación con inseguridad y miedos. Lo más importante es mantener la calma y mostrar seguridad.
Este periodo de adaptación se puede dar por terminado cuando se ha conseguido una cierta estabilidad emocional en el grupo, y son capaces de asumir con más tranquilidad los momentos de separación y reencuentro con las familias, asà como la totalidad del tiempo de estancia al centro.
PARA SABER MÃS: Entrevista realizada a Manuela Corrales Peral, Directora de la Escuela Infantil “Puerta del Ãngel” de Madrid.
¿Qué es el PERIODO DE ADAPTACIÃN?
Ayudar al niño en los primeros dÃas de asistencia al centro de educación infantil nos lleva a reflexionar sobre su desarrollo social y su personalidad, ya que el grado de adaptación que el niño posea dependerá de las experiencias que vaya acumulando.
Los primeros contactos e intercambios con el medio van creando experiencias. Si acumula experiencias positivas y la relación con las personas que le rodean es placentera, la próxima vez se relacionará con actitud positiva, de seguridad. Si acumula experiencias negativas sentirá inseguridad, falta de estabilidad y predisposición negativa.
El concepto que va adquiriendo de si mismo, su autoestima y el desarrollo de su personalidad, dependerá en gran medida de la conducta la forma de relacionarse y la interacción con los demás.
¿Por qué damos importancia al periodo de adaptación?
La entrada del niño/a en la escuela infantil va a suponer un gran cambio. Implicará la salida del mundo familiar, en el que cada niño/a ocupa un rol definido y la entrada en un mundo de relaciones desconocido y más amplio. Esto supone una dificultad para el niño que tiene que aceptar la separación de las personas más queridas y adaptarse a un mundo desconocido.
¿Qué pretendemos conseguir?
Pretendemos ayudar al niño/a para que los primeros dÃas de asistencia al centro sea lo menos duro posible tanto para ellos como para sus familias.
Por ello presentaremos un entorno seguro que favorezca su desarrollo integral, incluyendo la relación con las familias.
¿Qué objetivo nos planteamos?
Pretendemos conseguir un conocimiento muto entre las partes implicadas: Padres-Niños-Escuela, en el que se establezca una relación de confianza que favorezca y facilite la incorporación del niño al centro.
¿Influye en la adaptación de los niños el como lo vive su familia?
Los padres tendrán una influencia en este momento que viene determinada por como ellos vivan la separación: sus temores, sus expectativas, su ansiedad, su angustia, su seguridad o inseguridad, su grado de confianza en la institución y en las posibilidades de su hijo/a.
Todo esto es transmitido y captado por el niño. Asà si la madre vive con dificultad este momento el niño va a reclamarla con ansiedad y va a vivir la adaptación con inseguridad y miedos.
Por ello es muy importante la relación de la familia con el centro.
¿Todos los niños lloran durante el periodo de adaptación?
Cada niño/a lo exterioriza y expresa de diversas formas, pero todos ellos necesitan ayuda por parte de sus padres y educadores.
En un primer grupo nos encontramos con los niños que lloran, patalean, intentan escaparse, pegan al adulto e incluso a los niños o niñas, no quieren comer, se niegan a dormir e incluso pueden aparecer de nuevo enuresis (hacerse pis) .Todo esto va encaminado a mostrar su rechazo llamando constantemente la atención de los adultos.
Algunos niños parecen expresar conformidad en su conducta externa, son niños que no lloran (Por vivirlo con culpabilidad en algunos casos…), esta falta de manifestación externa no significa que sus sentimientos internos sean como los de los niños que lloran. Tenemos que tener presente este tipo de reacciones para no caer en el error de considerar que el niño se ha adaptado porque no llora, ni reclama la atención del medio, es evidente que este tipo de reacción requiere por parte del adulto una gran atención, cuidado, apoyo y afecto para que supere esta situación y no caiga en una actitud apática que detenga su capacidad de relación se esta experiencia se prolonga.
En definitiva todos pasarán por un periodo de adaptación más o menos largo hasta que recobre la seguridad en si mismo y la confianza.
¿Cuales son las pautas de actuación para que el periodo de adaptación se resuelva de manera satisfactoria?
Los profesionales del centro establecerán las pautas a seguir:
• En relación a los tiempos.
• En relación al número de niños
• En relación a los recursos personales.
En relación a los tiempos:
Los niños de nuevos se incorporarán una vez que se hayan incorporado todos los de cursos anteriores, de esta manera encontrarán un ambiente relajado y la educadora podrá proporcionarles una atención más individualizada.
En relación al número de niños:
Dependerá de la edad cuanto más pequeños sean los niños menos se deben incorporar por dÃa. No más de dos.
En relación a los recursos personales:
La asignación de recursos personales debe ser muy flexible y especÃfica para el periodo de adaptación, contemplando las necesidades que puedan ir surgiendo.
¿Cómo trabajar las rutinas en el periodo de adaptación?
A) Los horarios: Mientras dure el periodo de adaptación los horarios serán flexibles.
B) Las comidas: Tendremos especial cuidado a la hora de planificar los menús, teniendo en cuenta que el niño va a utilizar la comida como un arma para manifestar su disconformidad ante la nueva situación. Aplicaremos los siguientes criterios:
a. Flexibilidad en cuanto a la cantidad, variedad y tiempos empleados para comer.
b. Se procurará elaborar menús que puedan ser del agrado de la mayorÃa, conociendo sus preferencias y evitando verduras, pescado, filetes…
C) Las siestas: Se le permitirá que traiga de su asa algún objeto de apego, chupete, muñeco, sabanita…Se le permitirá estar tumbado cerca del educador, según lo necesite.
¿Qué reuniones se realizan con las familias de nueva incorporación?:
Reunión con el equipo directivo para presentar las lÃneas generales del centro, exponiendo los recursos existentes para atender de forma adecuada a todos los alumnos. Se les informará de lo importante que es respetar el periodo de adaptación, dándoles un documento informativo sobre cómo se debe llevar a cabo. A las familias se les indicará que la entrada será progresiva.
Entrevista con el educador tutor: Tendrá lugar a principio de curso, a través de ella se intentará:
• Transmitir confianza y seguridad.
• Recoger información de interés sobre el niño/a a través de una entrevista inicial.
• Se les informará que no es conveniente realizar cambios significativos durante este periodo, en la alimentación, el control de esfÃnteres, quitar el chupete…
• Se establecerán pactos de temporalizarÃan con los padres hasta llegar a la total permanencia del niño en el centro, atendiendo ala individualidad del mismo, a las necesidades de la familia y sus circunstancias personales.
• Se les enseñarán todos los espacios especÃficos del centro
¿Es conveniente que los padres permanezcan en el centro?
La presencia de las familias en el periodo de adaptación, dependerá la edad de los niños y las caracterÃsticas del grupo y los planteamientos de cada centro o educador. Desde el centro se debe plantear como un ofrecimiento, nunca como una imposición, ya que hay que contemplar situaciones familiares en las que resulta imposible acudir con sus hijos ya que en el trabajo no se lo permiten, y en este caso no debemos hacerles sentir culpables, sino ayudar y favorecer todo lo posible para que el periodo de adaptación sea lo menos traumático posible para el niño/a.
¿Cómo deberÃa ser la adaptación en los grupos de 0-1 y 1-2?
Los padres y el niño permanecerán juntos y se irán incorporando paulatinamente a la jornada completa de la Escuela.
En los primeros dÃas intentaremos respetar los ritmos que traen de casa (comida, momentos de descanso…) para poco apoco incorporarlos al ritmo del aula.
Los objetivos que se persiguen son:
• Conocimiento mutuo.
• Calmar ansiedades
• Facilitar la adaptación
• Que el educador observe sobre la práctica la relación de los padres con el niño/a en momentos de contactos.
• Que puedan transmitir sobre la práctica las costumbres en las rutinas: comer, dormir, control de esfÃnteres…
¿Cómo será la adaptación con los grupos de 2-3 años?
Los padres o familiares irán asistiendo en momentos puntuales que se irán reduciendo según pactos establecidos, educadora –padres.
Se procurará que los padres permanezcan en el centro durante los dÃas que dure el periodo de adaptación en diferentes momentos del dÃa.
¿Cómo es la adaptación para los grupos de 3- 6 años?
Dependiendo de la individualidad del niño/a se favorecerán los tiempos de separación, regulando la permanencia del padre en el aula y la incorporación del niño al horario completo.
¿Qué actividades favorecerán la adaptación de los niños en este periodo?
Con la expresión musical conocemos las necesidades, caracterÃsticas y peculiaridades de cada niño, respetamos los distintos ritmos, los integramos en el grupo-clase desarrollando su autonomÃa, establecemos una relación de confianza – seguridad entre familia y escuela…
Las canciones, los juegos, las actividades, los cuentos musicales… que desarrollamos en nuestro aula les ayuda a aprenderse el nombre del educador y el de sus compañeros, reconocerse como parte integrante del grupo-clase, conocer nuestro aula, moverse libremente por ella utilizando objetos y materiales, familiarizándose con ellos, conocer a los demás alumnos, y trabajadores del centro y expresar sus propios sentimientos hacia la escuela.
¿Cuándo podemos dar por finalizado el periodo de adaptación?
Este periodo de adaptación se puede dar por terminado cuando se ha conseguido una cierta estabilidad emocional en el grupo, y son capaces de asumir con más tranquilidad los momentos de separación y reencuentro con las familias, asà como la totalidad del tiempo de estancia al centro. Pueden darse situaciones de regresión, pero no serán muy importantes si los adultos que convivimos con ellos (padres y educadores) somos capaces de admitirlas y comprenderlas, asociándolas a procesos normales del desarrollo evolutivo que permiten reelaborar y reforzar situaciones aparentemente asimiladas o interiorizadas.
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