El nuevo director del CAMF de Leganés deja a varios residentes sin taller de escritura, revista, programa de radio y blog de relatos al despedir al responsable de estas actividades. Un grupo de voluntarios muestra en una carta al IMSERSO su malestar por una decisión que relacionan con la publicación de una reseña cultural en la revista del centro.
Leganés, 21 de abril.
Varias docenas de residentes del CAMF de Leganés han despedido la semana pasada la revista del centro y el programa de radio Escribiradrede, entre otras actividades, después de que el director, José Luis Sánchez Serra, decidiera prescindir del trabajo de Andrés MencÃa, monitor de estas actividades. El centro dice adiós también al taller de escritura que MencÃa impartÃa desde hace 18 años, asà como al blog que se alimenta de los relatos del taller desde hace
siete.
Residentes y voluntarios aseguran que Sánchez Serra tomó esta decisión tras la publicación de una reseña cultural en la revista del centro, Proposiciones, editada por un grupo de residentes, y que celebraba, en tono humorÃstico, la participación del director en una obra de teatro del centro.
Un grupo de voluntarios ha mostrado su desacuerdo con la decisión de Sánchez Serra en una carta al IMSERSO, responsable de la gestión del centro, en la que expresan su «indignación» por el trato recibido y piden que se revise «el irregular procedimiento disciplinario al que hemos sido sometidos».
«La diversidad era el mayor estÃmulo para todos nosotros», explica MencÃa en su nota de despedida, publicada este mismo lunes en el blog del taller. «Nuestra cohesión ha venido dada por la invisibilidad de personas sistemáticamente discriminadas».
La dirección del centro acaba asà con «una experiencia pionera, una historia de creación colectiva», explican en el blog. Andrés MencÃa es escritor, ganador del premio nacional de poesÃa José Hierro y monitor de talleres de escritura creativa en Leganés, asà como impulsor del Colectivo de Escritores Patrañas.
Casi veinte años de historias
Los «adredistas», como ellos mismos de definen, se despiden celebrando 18 años de creación colectiva. En estos años, las personas que han participado en estos talleres, un total de 45 —en el centro residen 120— según el último informe de evaluación, han presentado sus actividades en la FNAC, las Naves del Matadero de Madrid o la Biblioteca Nacional.
El taller ha servido también para que algunos de los participantes vieran publicada su obra a través del proyecto editorial Ediciones Patrañas, proyecto que ha puesto sobre papel De vuelta en Palestina, de José Luis Roldán, Ningún rincón prohibido, de Pilar Eva Palacios, Jaula de Oro, de Alfonso Gálvez, y Manifiesto saltamontes, de Carmen Soria.
Medio centenar de residentes y docenas de voluntarios han hecho posible este proyecto, que comenzó en 1997, y que deja a cerca de mil textos en el blog, cuatro libros publicados y 95 programas de radio emitidos en ECO Leganés.
Dudas sobre la nueva dirección
Se da la circunstancia de que la profesionalidad del nuevo responsable del CAMF ha sido puesta en duda recientemente tras su participación en un programa de televisión que denunciaba malas prácticas en el centro.
En el programa «Diario de» del pasado 1 de febrero, algunos residentes denuncian una atención deficiente, acusaciones a las que el director responde en una entrevista con la presentadora del programa, Mercedes Milá: «Me avergüenzo de estas imágenes, hay que investigar», indica. El IMSERSO, sin embargo, asegura que el programa ha manipulado las imágenes del reportaje y considera que “se recogieron afirmaciones de tres usuarios y de otras dos personas no usuarias, que no reflejaron en forma alguna la atención efectivamente prestada”.
NOS DISUELVEN A LOS ADREDISTAS
Después de tantos años alimentando de cuentos Escribiradrede, los adredistas nos creÃamos inmortales. Este mito de la inmortalidad, que fue siempre la ambición de los genios, nos tenÃa envenenados: a nosotros, que con creaciones colectivas tratábamos de terminar con los genios. Pues sÃ, los adredistas hemos sido fusilados o cagados por las palomas, si no ambas cosas, como cualquier genio.
Ha venido a disolver esta manifestación, la bella aventura del adredismo, uno de esos tópicos personajes iletrados que tanto bajan la media en comprensión lectora de los informes PISA: el director del CAMF de Leganés, don José Luis Sánchez Serra. Ese mismo personaje que no hace muchos dÃas fue ferozmente zarandeado por Mercedes Milá en aquella pelÃcula rodada en el centro que él dirige y más digna de concursar como ficción en el festival de cine de Sitges, aunque estuviera mal dirigida, peor montada y filmada de aquella manera, que de ser emitida por Cuatro como programa informativo.
TenÃamos que haber sospechado ya de las capacidades de este señor aquel dÃa, al contemplar en la tele cómo balbucÃa respondiendo a la ladina periodista. Cuando le hubiera tocado defender la independencia, dignidad e inteligencia de los residentes diversos funcionales que no se prestaron al programa, el señor director se dedicaba al asombro, como cualquier buen aficionado a las pelis de terror de serie B, ¡cualquier cosa menos el asombro en esa circunstancia!, o defender por ejemplo la profesionalidad y buen nombre de la inmensa mayorÃa de los trabajadores a su cargo y que en la residencia desenvuelven su actividad, o apoyar a los numerosos voluntarios que de una u otra manera comprometemos nuestro tiempo asistiendo a estos residentes cuya independencia él ni concibe.
Pero no sospechamos nada entonces. Y hasta aplaudÃamos su gesto de participar como actor en la puesta en escena de “Aquà no paga nadie” por la compañÃa de teatro del CAMF, e incluso lo reseñábamos en la nota publicada en la última página del último número de la revista Proposiciones –otro éxito alimentado por los adredistas y que se va a disolver. Eso sÃ, la nota fue escrita con la ironÃa que nos permitÃa el hecho de haberle ya felicitado personalmente por su transmutación en obrero sindicalista, domesticado por la pluma siempre inteligente de DarÃo Fo, ¡dónde vas a parar!
Pues bien, esta reseña en la contraportada de la revista, y que titulamos “Otro gran momento” para que se oyera desde la primera palabra nuestro aplauso incondicional, ha sido deconstruida por el director del CAMF como ofensa hacia su persona. Una deconstrucción que armó su brazo como del rayo de Zeus –los dioses supremos suelen tener todos muy mala base en semiótica y no causan más que desastres– , rayo que ha lanzado contra todas y cada una de las actividades de los adredistas en el CAMF, el Taller de Escritura Creativa, el programa de radio Escribiradrede en coordinación con la emisora comunitaria EcoLeganés, la revista Proposiciones y, por supuesto, este blog, que ya no tiene sentido si no lo abastece la producción común del grupo de los adredistas.
El director nos ha dispersado con la porra de su rayo, y expulsado del CAMF a todos los voluntarios asistentes de escritura. El último dÃa hasta nos negó la llave del taller.
Asà ha fulminado una experiencia pionera, sublime para todos los que tuvimos la fortuna de vivirla, esta historia de creación colectiva que ha ampliado los horizontes de tantos residentes, unos escritores invisibles hasta ayer que por fin han sido oÃdos y aplaudidos en escenarios tan diversos y estimulantes como la FNAC o las Naves del Matadero de Madrid, o que se han paseado por la Biblioteca Nacional, el CÃrculo de Bellas Artes, el Teatro Real o muy recientemente la Residencia de Estudiantes, tuteando a los que les concedÃan las entrevistas…
Pero es que esta experiencia de integración ha hecho también visibles a los adredistas en escenarios todavÃa más estimulantes, como son los de la periferia de nuestra sociedad. Se han escuchado sus cuentos en los andenes de MetroSur, en las aceras de Zarzaquemada, en las Ferias de Leganés o en el despacho de su alcalde y en tantos otros, testigos todos de sus gestas creativas, sobre todo en literatura, pero también en periodismo y diseño, sin olvidar la locución de sus cuentos en las ondas generosas de EcoLeganés.
Todo, en fin, se ha ido al garete, repito, por el ya apuntado colmo del escritor: tropezar con un lector con tan deficiente formación semiótica.
Y por supuesto, firmo con mi nombre la presente nota (en este blog, que ha defendido desde su fundación la autorÃa colectiva como método y la Creative Commons como ley) por razones obvias de responsabilidad. Ocurre que el señor director ha ordenado a algunos trabajadores –creo que no le van a hacer mucho caso, pero asà se las gasta él– que envÃen a su despacho a todos los residentes que hablen de los adredistas o mencionen mi nombre a partir de ahora. Muy peligrosa esta conducta y una semejante directriz, que amenaza a personas que están a su cargo y tan vulnerables a este tipo de abusos.
¡Para qué decir más!
Andrés MencÃa, Adredista 0
AL TRASTE CON UNA EXPERIENCIA PIONERA
Ayer, lunes, 7 de abril, fue un dÃa de despedidas en el CAMF de Leganés. El director del centro nos negó la llave para acceder al Taller de los Adredistas y nos vimos obligados a suspender actividades después de 18 años de producir cuentos y reproducir vida. En la actualidad nadie del grupo de los voluntarios mantenÃa relación contractual alguna con el IMSERSO. Se nos podÃa dar la patada sin más costes que la falta de elegancia. No cuento, por supuesto, el sufrimiento de los residentes y la tristeza de los voluntarios.
No perdimos el tiempo, sin embargo. Además de la despedida, batallitas y algunas lágrimas, pudimos hablar con compañeros residentes y compañeros trabajadores que se acercaban a expresarnos sus condolencias, aunque no hubieran participado de nuestras actividades, y que nos regalaron crÃticas como esta: “Vosotros (se referÃa a los voluntarios que hacemos de asistentes de escritura de los adredistas) habéis hecho escritores a residentes que no lo son, y lo peor es que todos han terminado creyéndoselo”.
Semejante opinión, que nuestro compañero consideraba demoledora crÃtica, es sin duda el mejor resumen que se me pueda ocurrir del esfuerzo de creación y producción de los adredistas, acompañados siempre por el entusiasmo de las decenas de voluntarios que han ido participando en un proyecto que nos hemos inventado de año en año. Y el hecho de haberlo finalizado con los adredistas convertidos en escritores/productores ante los ojos asombrados e incrédulos de sus propios compañeros de residencia es la mejor prueba de sus aciertos.
Porque cuando el primer grupo de voluntarios propusimos este proyecto en el CAMF de Leganés el muy lejano año 1997 y discutÃamos del mito del genio o de la creación grupal en un campo de expresión tan contaminado como la escritura, lo único que tenÃamos claro de verdad, la idea fuerza que nos juntaba era nuestra convicción de que Ãbamos a compartir vida y capacidades con personas igualmente capaces, por más que su recorrido por la literatura, la escritura y la vida no hubiera sido el nuestro.
Precisamente era la diversidad el mayor estÃmulo para todos nosotros, escritores de Leganés que iniciábamos la aventura. Pero antes de continuar con la historia, quiero hacer un paréntesis sobre esto de la creación colectiva, o más exactamente, grupal. No oÃmos hablar con frecuencia de estas formas de creación y producción artÃstica en colaboración, a pesar de haber existido desde siempre, porque ponen en jaque el actual “sistema del arte” económico-productivo, eso del genio/estilo/firma/precio. El individuo es controlable, pero un colectivo entusiasmado puede oponer la más fuerte resistencia al sistema.
La construcción histórica del mito del genio ha desviado la atención de lo importante, el fracaso del sistema de producción del arte y sus precarias estructuras culturales, artÃsticas y educativas. El mito del genio es una construcción ideológica basada en ese cierto misterio que envolvió durante siglos el proceso creativo, la creencia de que la creación es una cualidad extraordinaria propia de los dioses y, por supuesto, el virus de la competencia. Este mito perpetúa precisamente el orden jerarquizado, siempre dañino, pero destructivo en sistemas sociales cerrados como pueda ser precisamente el CAMF o cualquier residencia de similares caracterÃsticas. No viene al caso rastrear los orÃgenes o evolución histórica del mito del genio, pero sà constatar que la creación colectiva es un proceso de desmitificación del mismo y de des-jerarquización, con redefinición de los conceptos tradicionales de creatividad, trabajo colectivo y producción. Desde W. Benjamin y M. Foucault y Frank Popper se ha escrito mucho sobre esto.
Suele definirse la creación colectiva como el conjunto de procesos que permiten realizar una actividad creativa a individuos diferentes que comparten motivaciones, y alcanzar un objetivo común, con independencia de la organización o relación que se establezca entre ellos. Pues bien, entre nosotros, los adredistas, la relación ha sido de grupo y el proceso creativo era más grupal que exactamente colectivo. Nuestra cohesión, o esa cierta unidad en los escenarios de las narraciones o en las formas de expresión del adredismo, ha venido dada más por la invisibilidad de personas sistemáticamente discriminadas y por su necesidad de información liberadora, esa que solo circula en los márgenes del poder, que por relaciones jerarquizadas. O sea, lo mismito que ocurriera con el origen y la unidad de creaciones grupales como el flamenco o el jazz o los grafiteros.
Pues de estas cosas discutÃamos cuando comenzábamos lo que al principio no fue sino un Taller de Escritura Creativa con dos, con tres, con cinco residentes. Continuábamos discutiendo y en tres meses ya eran diez, y con ellos comenzábamos a hablar de la escritura como acto comunitario. Y los voluntarios escribÃamos con ellos, haciendo a la vez de asistentes de escritura de los que no podÃan escribir solos, y ellos escribÃan con nosotros. Juntos discutÃamos lo que hacÃamos allÃ, pero también lo escrito.
Y muy pronto se nos brindó la oportunidad de publicar los textos del taller en antologÃas participadas por hasta cincuenta y sesenta autores del pueblo, o sea, escritores pepineros. TÃtulos como Algarada al fin, Cuentos periféricos y otras especies en peligro, Nómadas contraSentados u Otra nube de vagos son algunos de los tÃtulos donde muchos adredistas del CAMF comenzaron a publicar, amén de en alguna revista del Colectivo Patrañas.
A la par, en el Taller Ãbamos preparando relatos para participar en concursos literarios que los compañeros se encargaban de ganar, algunas veces, o de perder, muchas más. O sea, la vida misma. Se acumulaba la producción escrita y comenzamos con la publicación de libros, financiándonos con las primeras asignaciones del IMSERSO para el taller. El primero, De vuelta en Palestina, una novela que trascendió nuestro cÃrculo del CAMF por dos razones, una, porque hablaba de los conceptos fuerza de la vida independiente en el colectivo de la diversidad funcional y cayó en mano de los activistas que iniciaban el proyecto de Foro de Vida Independiente y que hicieron bandera de ella, y la otra porque fue reseñada en el PaÃs Semanal por Rosa Montero. Después vio la luz Ningún rincón prohibido, un libro de relatos deliciosos. Más tarde, la biografÃa Jaula de oro, que provocó nuestro primer encontronazo serio con la dirección del centro, si bien conseguimos conjurar la amenaza y eludir el cierre del Taller por primera vez (todo hay que decirlo, fue la directora de entonces quien supo encontrar los argumentos para no provocar una debacle). Y más recientemente Manifiesto saltamontes, otra biografÃa, pero esta vez de una hija de maestros, paradigma de toda una generación de paralÃticos cerebrales españoles, sistemáticamente marginados y por lo mismo mal socializados y peor equipados para tomar las decisiones que conlleva la vida independiente, la generación de los que hoy cumplen entre 50 y 65 años.
Los adredistas también Ãbamos cumpliendo años, las creaciones se multiplicaron e iniciamos una etapa de diversificación en la difusión de tanta producción. El dÃa 5 de junio de 2008 subimos la primera sentada en http://escribiradrede.blogspot.com.es/, los tres primeros cuentos semanales, que no han faltado ni un solo jueves durante estos 7 años. Hasta hoy mismo, que con esta reseña damos por cancelado el blog.
El blog de los adredistas es la isla del tesoro, con infinitos mapas para seguir la pista. A los que tengáis tiempo y os guste la literatura, os recomiendo que pinchéis en cualquiera de la lista de Autores más veteranos, lo mismo da Peva que HeavyMetal, Isabel o Conchi, Carmen o VÃctor, Ramón o Rafa o César o Sebas, Fernando o Estrella, Laura o MaryMar, RosalÃa o Iñaki… La producción de cada uno por separado es siempre irregular, la vida misma otra vez, pero lo que más abunda son las genialidades, no las mediocridades. Y el caso de Iñaki es más que un tesoro, sus Miniaturas son un diamante de mucho peso, la poesÃa de la emoción secuestrada y dada a la fuga, versos imposibles de olvidar: “En el abismo de la soledad / se escucha el silencio / de las voces calladas: / se escucha el abismo”. O estos: “Escondes la rabia, / perpetúas la rabia / y la rabia destruye tu voluntad”. No hay mucha poesÃa en el blog, no se puede tener todo, pero Miniaturas son parte fundamental de la historia de los adredistas y parte también de la historia de la poesÃa en castellano.
No me hagáis perder más tiempo. Pinchad de una vez en el blog, en la columna de Autores, y leed unos cuantos relatos. Descubriréis otro mundo a vuestro lado, la historia de otros seres humanos hasta hoy invisibles, contada por sensibilidades también mudas hasta hoy, que se expresan con una inteligencia y una solvencia que os enseñará incluso a escribir.
Repito, el mundo que han creado los adredistas no es un mundo posible: está aquÃ, entre nosotros. Este blog es testigo. La de hoy, esta última sentada de escritura, hace la número 305. Hemos colgado ya cerca de mil textos, entre relatos, poemas y ensayos, y todos están a vuestra disposición. Añadid a ello todos y cada uno de los artÃculos escritos para la revista Proposiciones –no tenéis más que pinchar en el icono–, y cuyo último número, el nº 18, con su última página, la pág. 16, provocó el cortocircuito que ha dejado a oscuras la cabeza del director del CAMF.
Esta fue por desgracia la última página que hemos escrito los adredistas, pero que nadie piense que lo hicimos a propósito: nunca imaginamos que nuestra escritura tuviese un efecto tan contradictorio: en vez de iluminar, obnubilar siquiera una sola cabeza. De haberlo sabido, hubiésemos sido más ladinos, como suelen serlo los genios, más acostumbrados al comercio.
Lo raro, desde luego, es que el grupo haya durado tantos poemas, tantÃsimos relatos, tantos libros, tantas revistas y tantos programas de radio. Mención destacada merecen también el grupo de la revista y los locutores de la radio. El grupo de los redactores y colaboradores de Proposiciones han creado una revista que se ha hecho santo y seña en la sede del IMSERSO o en sus residencias por la calidad del diseño, la pluralidad de sus contenidos y su bajo coste: 500 € por número desembolsaba el IMSERSO, lo que nos cobra la imprenta, y que a veces alguien tenÃa que adelantar, que esa es otra. Ellos fueron capaces de sacar cuatro números anuales, hasta el aciago nº 18, y no se habÃan cansado. Nunca unos redactores aprovecharon mejor un taller de periodismo impartido, eso sÃ, por una profesional de primer nivel, también voluntaria, y un taller de fotografÃa, que nos amenizara otro profesional de éxito para completar su formación.
Y qué decir de los 95 podcast de cada uno de los programas de Escribiradrede que emitimos por EcoLeganés y la red de Radios Comunitarias de Madrid desde hace siete años y que también podéis encontrar colgados en el blog. Los propios adredistas han sido los locutores de sus cuentos, una hora de radio en cada podcast realizada por las voces más originales de la radiodifusión mundial. Los que no tengáis prisa por malvivir escuchando discursos repetidos, pararos un rato a escuchar estas voces de los adredistas y oiréis cómo suena la vida de verdad, la vida que no se puede desperdiciar porque no sobra, la vida gota a gota, dicha y respirada muy despacio. Ningún programa de radio que hayáis oÃdo jamás se puede comparar al que hacen ellos.
Dos, tres, cinco, diez fueron los residentes que abrieron la brecha, el siglo pasado, por la que se ha colado todo esto de lo que hablo. Pues bien, en el último informe de evaluación entregado a la dirección del centro, del 25 de marzo de 2014, y haciendo balance de los residentes que participaban a dÃa de hoy de las actividades de los adredistas, sin contar los que por una u otra razón han ido causando baja en este tiempo, nombré 45 personas, entre residentes y de media pensión.
Ha sido con esta abultadÃsima participación que hemos desmontado muchos mitos. El principal, quizá, ese mito de las infinitas “minusvalÃas” que proclaman los que no ven (o no miran) a los compañeros del colectivo de la diversidad funcional. Son los que se empeñan en airear discapacidades y disciudadanÃas, desde sus consultas de médicos, donde no hay sino diversidad y, por supuesto, tanta inteligencia o más que en sus recetas. No existen las minusvalÃas en el colectivo de la diversidad: lo que sà existe es discriminación disfrazada de paternalismo y medicalización, solo eso, que perdura enquistada como una garrapata en algunas cabezas y hace tanto daño.
Pero sobre todo hemos desmontado la estúpida leyenda, otro mito desvergonzadamente voceado por algún médico, de la desmotivación en unos individuos acostumbrados a la pura supervivencia, como si sobrevivir en sus condiciones pudiera ser conjugado con semejante perÃfrasis. Los adredistas jamás hemos pronunciado esa palabra y siempre hemos desconfiado de los que, como este director del CAMF, son ciegos a sus ganas de hacer, de crear, de producir. La desmotivación, si acaso, es el estado de ánimo que inoculan personas autoritarias con su paternalismo, sus amenazas y sus represiones. Porque lo cierto es que todo lo que no es libertad es desmotivación, no hay más misterio.
En fin, cuesta mucho crear espacios de libertad y muy poco terminar con ellos. La experiencia creativa de los adredistas, que tanta libertad y tanta energÃa y tanta felicidad ha generado en este CAMF, energÃa que estaba alcanzando a los propios trabajadores, que cada vez han colaborado más y mejor con nuestras actividades, ha sido barrida por esta fiebre autoritaria de un cerebro que fue cortocircuitado por la última página de la última revista. Los voluntarios nos vamos, pero da pánico tener que quedarse a vivir o trabajar en un lugar dirigido por este individuo, con un semejante comportamiento reiterado.
No me quiero dejar llevar por la rabia o el pesimismo, pero es inaudito que todo esto pueda ocurrir en una institución como el IMSERSO, con su experiencia en gestión, y en un centro del IMSERSO, me refiero a laminar esta experiencia pionera de creación e integración, pero también a ningunear a un numerosÃsimo grupo de personas que voluntariamente asistÃamos en la escritura o en la radio a estos 45 residentes.
¡Y menuda motivación, esta patada, para seguir gastando bromas! ConfÃo sin embargo en los compañeros adredistas para sobrevivir a tanto desastre, otro más en su vida y también inmerecido. Pero ellos ya no se desmotivarán jamás, conocen el camino de la colaboración y la libertad. Y conocen dónde lleva, por encima de estos cortocircuitos y otros tales.
Andrés MencÃa, Adredista 0
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