El cambio en IU Leganés es urgente

Como ya se ha apuntado desde diversos sectores de la izquierda de Leganés, la transformación de las organizaciones con presencia institucional es imprescindible para evitar que la derecha radical se consolide en el gobierno municipal a largo plazo.

Mientras que el PSOE cuenta con un colchón electoral y social lo suficientemente mullido como para aguantar este periodo de crisis en unos niveles de aceptación adecuados para iniciar su recuperación, IU presenta unos déficits estructurales que la sitúan al borde del precipicio.
Partiendo de la hipótesis, ya verificada, de que la conformación de gobiernos de carácter progresista necesita de la participación de ambas fuerzas políticas (debido a la pérdida de la mayoría absoluta por parte del PSOE y a la incapacidad de IU para canalizar el descontento con las políticas de recortes), tenemos que ponernos manos a la obra e ir identificando los principales escollos que se presentan en el camino.

Como militante de IU, preocupado por el deterioro de mi organización, considero que el análisis de algunos hechos objetivos nos puede ayudar a arrojar luz sobre las posibles soluciones a esta situación.
En este artículo quiero centrarme en la evolución del voto de IU Leganés, ya que los datos de apoyo electoral nos permiten obtener algunas conclusiones muy sencillas.

En este gráfico aparece la evolución del voto de IU en las elecciones municipales, donde podemos observar algunas cuestiones evidentes:

 Desde 1987, primera convocatoria en la que IU se presentaba como tal, los resultados obtenidos el pasado 22 de Mayo son los peores de esta serie histórica, tanto en porcentaje como en número de concejales.

 La gestión de Raúl Calle es duramente castigada por el electorado. Mientras que en 2003, primera candidatura de Calle, se observa un ligero aumento de 1,73% (debido a la imagen de renovación interna que ofrecía, pese a su pertenencia al aparato desde muchos años antes), las dos siguientes elecciones (2007 y 2011) la caída es imparable, acumulando una pérdida de apoyo electoral de 5.206 votos, que representan 5,5 puntos y dos concejales menos.

 Esta gestión, vinculada a las áreas más desacreditadas por la ciudadanía, como son las de urbanismo y vivienda, han recaído siempre sobre el actual coordinador de IU Leganés.

Ante esta situación solo cabe añadir un elemento más para obtener la ecuación completa que nos empuje a tomar las decisiones más oportunas: la imposibilidad legal de que Raúl Calle renueve sus cargos como coordinador y como posible candidato a las elecciones municipales de 2015, al haber agotado las tres oportunidades que los estatutos de IU prescriben.

Así, no cabe más conclusión que hacer un llamamiento, no solamente a la militancia de IU Leganés, sino a toda la izquierda en general, para construir una alternativa que pase, en primer lugar, por la asunción de responsabilidades políticas por parte de Raúl Calle.

Es imprescindible que, en un gesto de honestidad política, el actual coordinador no impida la conformación de una alternativa en IU. Pese a que las presiones y las descalificaciones ya han comenzado y se agudizarán con el paso de los meses, el proceso de renovación organizativa, política y ética no va a parar hasta ser completado totalmente.

Antonio José Montoro