Irak: Las autoridades deben poner fin a las agresiones contra los Manifestantes
12/04/2011Londres.- Las autoridades iraquíes deben detener las agresiones contra manifestantes pacíficos que piden el fin del desempleo, la mala calidad de los servicios y la corrupción y exigen reformas políticas, ha dicho hoy Amnistía Internacional en un nuevo informe.
El informe, titulado Days of Rage: Protests and Repression in Iraq documenta cómo las fuerzas iraquÃes y kurdas han disparado y matado a manifestantes, incluidos tres muchachos menores de edad, han amenazado, detenido y torturado a activistas polÃticos y han agredido a periodistas que cubrÃan las protestas.
“Las autoridades deben poner fin al uso de la intimidación y la violencia contra los iraquÃes que piden pacÃficamente reformas polÃticas y económicas”, ha dicho Malcolm Smart, director del Programa de AmnistÃa Internacional para Oriente Medio y el Norte de Ãfrica.
“Ocho años después del largo régimen de Sadam Husein, profundamente represivo, es hora de que se permita a los iraquÃes ejercer sus derechos a protestar y expresarse pacÃficamente sin ser vÃctimas de la violencia de las fuerzas de seguridad del gobierno. Tanto en Bagdad como en la región del Kurdistán debe cesar la represión violenta de las autoridades.”
AmnistÃa Internacional ha conseguido imágenes de vÃdeo en las que se evidencia que las fuerzas de seguridad han hecho un uso excesivo de la fuerza en varias ocasiones, disparando con munición real que, según los informes, causó la muerte de varios manifestantes.
Las protestas estallaron a mediados de 2010 por no proporcionar el gobierno federal servicios básicos como el agua y la electricidad. El gobierno iraquà y el Gobierno Regional del Kurdistán respondieron con regulaciones que en la práctica dan a las autoridades jurisdicción ilimitada para decidir quién puede manifestarse.
Pero los movimientos populares de protesta de Túnez y Egipto de comienzos de 2011 animaron a los iraquÃes a oponerse a las nuevas restricciones.
El 16 de febrero hubo varias vÃctimas mortales en la ciudad de Kut, al sudeste de Bagdad, durante unas protestas que comenzaron pacÃficamente pidiendo la mejora de los servicios básicos (como el suministro de electricidad y agua); entre las vÃctimas figuraba un muchacho menor de edad.
El 17 de febrero, los organizadores consiguieron autorización para llevar a cabo una protesta en la plaza Sara de Sulaimaniya, que actualmente los manifestantes denominan “Plaza de la Libertad» (Azadi). Se disparó fuego real contra los manifestantes y un muchacho de 15 años, Rezhwan Ali, recibió un tiro en la cabeza y murió en el acto.
Las protestas llegaron a su punto álgido el 25 de febrero, “DÃa de la Ira”, en el que decenas de miles de manifestantes protestaron en ciudades de todo Irak, incluida la región del Kurdistán.
Según los informes, sólo en Mosul murieron cinco personas a causa de disparos. Una de ellas fue Muataz Muwafaq Waissi, casado y padre de un niño, que según los informes fue alcanzado en la cabeza por un francotirador.
En la región del Kurdistán, al menos seis personas murieron a consecuencia del uso excesivo de la fuerza por las fuerzas de seguridad kurdas.
AmnistÃa Internacional también halló preocupantes indicios de ataques dirigidos contra activistas polÃticos, torturas y otros malos tratos de personas detenidas en relación con las protestas y agresiones o amenazas contra periodistas, medios de comunicación, crÃticos del gobierno, intelectuales y estudiantes.
El 30 de marzo, las autoridades iraquÃes anunciaron en Bagdad que sus fuerzas de seguridad tenÃan órdenes de no usar armas de fuego contra los manifestantes, excepto en defensa propia. Sin embargo, sólo unos dÃas más tarde las fuerzas de seguridad dispararon fuego real contra residentes iranÃes del campo de Ashraf, en el norte de Bagdad, matando al parecer a 30 personas e hiriendo a otras muchas.
“El gobierno iraquà y el Gobierno Regional del Kurdistán deben tomar el control de sus fuerzas de seguridad, investigar el uso excesivo de la fuerza en sus operaciones y los muertos y heridos que ha causado, asà como la tortura y otros malos tratos contra los manifestantes, y hacer responder a los responsables”, ha dicho Malcolm Smart.
“La manera de calmar las tensiones en todo el paÃs y restablecer la confianza de la población es que se conozca la verdad y la justicia y que las personas cuyos derechos han sido violados obtengan reparación.”
Prensa – AmnistÃa Internacional Leganés
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