Amnistía Internacional denuncia la situación de miles de niños y niñas en Colombia

Leganés.- El pasado viernes, 27 de noviembre, Amnistía Internacional realizó una charla seguida de un coloquio en el local de la Asociación de Vecinos Arroyo Culebro, de Leganés, sobre el problema de los menores desplazados por los conflictos. Esta charla se engloba en el marco del 20 aniversario de la Convención de los Derechos de los Niños que se acaba de celebrar en todo el mundo.

La defensora de derechos humanos, Laura Bonilla -politóloga colombiana que realizó una exhaustiva investigación sobre la parapolítica en el departamento de Antioquia y cuyos resultados terminaron convirtiéndola en un objetivo prioritario de los nuevos grupos paramilitares-, fue la protagonista del día. Laura relató a los asistentes el problema de los niños desplazados en Colombia, que tras 40 años de conflicto armado interno “ha dejado un balance de más de 3,5 millones de personas que se han visto obligadas a huir de sus casas y buscar refugio en otros puntos del país. De ellas, más de un millón son menores”.

Bonilla hizo un repaso de la situación particular de Colombia, donde las fuerzas de seguridad, paramilitares y grupos guerrilleros, manifestó, “han cometido graves violaciones y abusos contra los derechos humanos como desapariciones forzadas, homicidios, secuestros, tortura y violencia sexual, principalmente contra mujeres y niñas; y donde también los grupos paramilitares y guerrilleros utilizan hoy niños y niñas soldados para cometer sus abusos”. Además, recordó la responsabilidad de las empresas para luchar contra la pobreza, como cuestión evitable. Por ejemplo, la transnacional Chiquita Brands Internacional de Cincinatti, EEUU, fue condenada en 2007 por pagar a las AUC –Autodefensas Unidas de Colombia-, organización ilegal paramilitar confederada.

Por su parte, el coordinador de Amnistía Internacional en Leganés, Miguel Muga, hizo un repaso general a la situación de los niños y las niñas en todo el mundo. Los Gobiernos del mundo se comprometieron a proteger y asegurar los derechos de la infancia y se hicieron responsables de ello.
Sin embargo, veinte años después sigue habiendo en todo el mundo niños y niñas a quienes se niega el derecho a la educación, acceso a vivienda o a la salud. Son víctimas de violencia y abusos: torturas y asesinatos, reclutamiento ilegal y explotación laboral o sexual.

 Alrededor de 300.000 niños y niñas soldado participan en conflictos armados en República Democrática del Congo, Uganda, Colombia o Sri Lanka, y en el conflicto armado en la franja de Gaza, muchos y muchas menores murieron en los ataques indiscriminados contra población civil.

 En Kenia y Haití, muchas niñas son abusadas sexualmente, y en Guinea-Bissau, niños y niñas son esclavizados para trabajar en campos de algodón.

 En Afganistán, más de un tercio de las niñas no asiste a clase, por problemas con su seguridad.

 Irán ejecuta personas por delitos cometidos cuando eran menores de edad.

 Y en países europeos como España o Austria, se expulsa a menores inmigrantes sin garantías para su seguridad.

Estos son sólo ejemplos de muchas situaciones intolerables que sufren los niños y niñas.