«Yo prefiero mi mochila»

«Yo prefiero irme con mi mochila por ahí que ir a la playa a tomar el sol». Y eso es lo que ha hecho este verano Manuel Espinar, militante de la asociación Haydée Santamaría desde su fundación, en 1994. Mochila al hombro ha pasado por Líbano, Jordania y Siria.
gentedigital.es / Patricia Reguero Ríos
11/9/2009 – 09:34

El martes contaba su experiencia a representantes de diecisiete asociaciones, convocadas en el Ayuntamiento con motivo del Día del Cooperante. «Hay algunos que separan lo personal y lo político. Yo lo mamé en mi casa, mi padre estuvo cuatro años en la cárcel, yo fui militante clandestino de este puto país y eso lo llevas ahí». Manuel es tajante: sí, la solidaridad es política.

Valga un repaso por la trayectoria de la asociación para comprobarlo. Haydée Santamaría sigue presente en Bolivia y Venezuela y en los últimos años «hemos intensificado nuestra relación con Oriente Medio». ¿Por qué? «Quizá porque otros lo han dejado». Y valga un repaso por su trayectoria vital: «a los 18 años me fui a París y en el mayo francés me organicé en las juventudes comunistas; desde entonces no he parado».

UN GRANO DE ARENA

Pachi se expresa de otra forma, pero el mensaje es parecido. Colabora desde 1999 en Dinamo Alternativa Social, una asociación leganense que lleva a cabo varios proyectos en Nicaragua. Pachi empezó porque «tenía ganas» y ahora es una forma de vida. Su proyecto con Dinamo Alternativa Social es a largo plazo, dice, aunque a veces no sea fácil compaginar las obligaciones del día a día con la cooperación.

Haydée Santamaría y Dinamo son dos asociaciones con larga trayectoria. Entre los nuevos en Leganés se cuenta Amnistía Internacional, que trabaja por la liberación de presos de conciencia, y cuyo grupo local se fundó hace aproximadamente un año. Con un referente en Leganés, algunos pasaron de ser socios de cuota a implicarse. Es el caso de Isabel Rubio Ruiz. Isabel tiene 48 años y, como Pachi, no sabe explicar por qué ha decidido dedicar su tiempo a esto. «No se obtiene nada a cambio más que la satisfacción de poner tu grano de arena en el bien común», asegura.

Hace nueve años, el 8 de septiembre, 189 jefes de Estado y Gobierno se comprometían a erradicar la pobreza en la Declaración del Milenio. Cada año desde entonces, los cooperantes reciben una vez al año una palmadita en la espalda en sus Ayuntamientos. Luego, se van otra vez con su mochila.