ULEG propone un centro de acogida para las personas con problemas económicos y el gobierno de Leganés se niega con argumentos típicos a lo “Le Pen”

11/02/2009

El edil Carlos Delgado también denuncia el despótico comportamiento del alcalde por haberle sido retirada, una vez más y sin fundamento, la palabra, además de sufrir múltiples interrupciones en su libre ejercicio de la libertad de expresión política. “No vamos a tolerar estos comportamientos del alcalde más propios de las dictaduras, como ayer le recordamos en el pleno”


En el pleno de ayer los asistentes vieron con asombro como la edil de Asuntos Sociales se oponía a la posibilidad de construir un centro de acogida en Leganés para esas personas, cada vez más, que se encuentran en estado de necesidad y que incluso no tienen un sitio digno donde pasar la noche. Su principal argumento era que estos centros “sólo atraerían miseria”, como si las personas con problemas fueran ciudadanos de segunda categoría que no deberían traspasar la frontera de Leganés ya que nos podrían pegar algo. Ambos grupos de la oposición criticaron este discurso completamente impropio de alguien que se dice de izquierdas y ciego con la realidad social y económica que vive España.

Desde ULEG se señalaron las contradicciones y la doble moral del gobierno local: “Todos los plenos aprobamos envíos de dinero a Palestina, a Ecuador, a Cuba, al Sáhara. Y no nos parece mal, pero es que cuánto más lejos, más solidarios somos. ¿Y qué pasa con la solidaridad con las personas que tenemos al lado, que no tienen para comer, para vivir o para pagar sus casas o facturas? Para esas personas, es por las que hemos presentado esta iniciativa”.

El concejal de ULEG, Carlos Delgado, recordó al gobierno local que son muchos los municipios, de todos los colores políticos, los que están poniendo en marcha estos centros como en Alcobendas, donde se ha abierto uno en un polígono industrial de la ciudad y que proporciona servicios de alimentación, ropero, higiene, lavado de ropa y asistencia, o cómo en ciudades gobernadas por el partido socialista como Vitoria o Zaragoza llevan tiempo funcionando con éxito, por lo que, según denunciaron desde ULEG, “no entendemos esta oposición, o sí la entendemos, porque día a día ustedes demuestran la particular visión que tienen del socialismo, más bien clasismo y con un discurso que no nos extrañaría oír de personajes como Le Pen, porque la moraleja que está detrás de su política es que los necesitados y los desfavorecidos, cuanto más lejos mejor”.

Despotismo del alcalde

Mientras argumentaba en este punto, al concejal de ULEG se le interrumpió y se le retiró la palabra por parte del alcalde, en un acto ya habitual del primer edil de nulo respeto a los principios democráticos. “Esta actitud despótica y sectaria se ha repetido en demasiadas ocasiones, vulnerando los derechos fundamentales de un concejal que, no olvidemos, es un representante legítimo de los vecinos, le guste al alcalde o no. ¿Tanto miedo tiene a lo que decimos? Por algo será”, concluyó el secretario de comunicación de ULEG, Ricardo López.

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