Mire Sr. Montoya, voy a empezar a escribir más seriamente, y le voy a aconsejar, usted comete el error de Carlos IV, teniendo a Manuel Godoy como favorito, sí aquél que llamaban el “Príncipe de la paz” y termino metiendo a España a los franceses, lo malo de los validos y favoritos es que acaban mandando más que el rey-alcalde y debemos recordar a pesar de los diferentes tiempos al Conde Duque de Olivares.
Tras un artÃculo mÃo sobre las casetas del ferial, de fecha 13 del actual, en el Foro de ULEG, resulta qué, no se si por encargo del Sr. Montoya, o de modo propio, un adlátere de él, arremete contra mÃ, diciendo que no soy un intelectual, y que sólo escribo para cuatro, para asà alimentar mis frustraciones, dice que me tienen por lastima en mi Colectivo Literario, cuando fui yo quién lo creó junto a Jesús Hernández Brotóns, en la misma sede del Ateneo 1º de Mayo, allá por el año 1.981, dice también que, jamás he estado en una caseta, y que jamás he colocado un cartel y que jamás he estado en una lucha reivindicativa, cuando estuve el la lucha por tener un hospital y hasta para que no lo privaticen… y cientos de luchas más. En fin, que reparto a diestro y siniestro amparándome en una libertad de expresión.
Montoya ha mandado presumiblemente o presuntamente a contestarme a un plumilla de 3ª división, con sueldo de 1ª en la administración local. Un espadachÃn que no motiva lo que escribe contra mÃ, dicen que después de 30 años, las asociaciones vecinales me soportan cuando soy el único junto a otra ilustra dama de las letras leganenses, que equivocados o no, hemos opinado de la vida ciudadana durante 30 años.
Mire Sr. Montoya, voy a empezar a escribir más seriamente, y le voy a aconsejar, usted comete el error de Carlos IV, teniendo a Manuel Godoy como favorito, sà aquél que llamaban el “PrÃncipe de la paz” y termino metiendo a España a los franceses, lo malo de los validos y favoritos es que acaban mandando más que el rey-alcalde y debemos recordar a pesar de los diferentes tiempos al Conde Duque de Olivares.
Su espadachÃn Sr. Montoya, me ha leÃdo sólo el último año y desconoce mi biografÃa, mi ex -profesión y mis andanzas polÃticas en algunas cocinas, ya que por ella no podÃa salir al restaurante a servir.
Nunca me habrán escuchado decir que soy un intelectual (aunque si cultivo las letras) diariamente.
Su espadachÃn desconoce mis cargos asociativos, donde en mis ruedas de prensa, sin desayuno- acuden periodistas de ámbito nacional, y que tengo despacho compartido en la UGT de la Avenida de América, 25, 6ª Planta, en fin que lo que yo hago, trabajo, lucho, este pobre espadachÃn suyo lo desconoce, tan sólo sabe que, me enfado con mis compañeros de Colectivo cuando los actos duran más de hora y media o empieza diez minutos después de lo anunciado, pero no se preocupen yo no volveré a subir a un escenario en Leganés.
Su espadachÃn Sr. Montoya, me escribe crÃticas sin poner su nombre bajo el pie de ellas,
Porque tiene algo que perder, será su elevado sueldo…
En fin habrá que subir el listón de la crÃtica y en vez de ripios como él dice, y empezaremos con una poesÃa libre y más enmascarada, para darle un tinte más erudito, su espadachÃn Sr. Montoya ataca como aquellos que hacÃan emboscadas a Quevedo en el actual “Pasaje de San Ginés” encapuchado y nocturnamente y anónimamente, sin firmar, sin dar la cara, muy dado a la época de Esquilache.
En fin Sr. Montoya, hoy seré breve, pero mañana dejaremos los ripios para entrar en una poesÃa homérica, para contar sus hazañas, aunque usted no es como Ulises y no se merece una “Odisea”
Y dÃgale a su espadachÃn que yo no cobro por lo que hago, ni siquiera en mi despacho ya citado, y que desconoce que yo guiso algunos de los cocidos que ustedes estudian, ¡pobrecillo! Yo no soy un intelectual, jamás lo dirÃa, siempre digo que soy un seminarista-picoleto y poeta amateur.
Pero ahora sà Sr. Montoya vamos a escribir en serio, y empezaremos a decir que usted, tiene, mucho que aprender de “Temis” que significa «ley de la naturaleza» más que «autoridad humana») Y le recuerdo a usted y a su espadachÃn de pluma aún más torpe que la mÃa, que su problema Sr. Montoya, es que como Penélope, tiene muchos pretendientes a su alrededor y sabe que hacÃan los pretendientes de Penélope, comerse los bueyes, los corderos y hasta algún pequeño tesoro de Ulises- ausente- que regresó un mañana electoral y acabó con todos incluido los espadachines.
Leganés, 24 de agosto de 2008
José Manuel GarcÃa GarcÃa (JOSMAN)
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