A pesar de …. vivir. Crónica de riesgos.

15/07/2008

Son ya varios los días llenos de acontecimientos en los que no encontraba la inspiración para poder transmitir tanta intensidad. Ha tenido que ser escuchando a Marina, con su «El confort no reconforta» la que me ha dado sugerido ponerme a escribir. Y es que ciertamente no es el confort lo que en los campos de refugiados puede encontrar uno.


Mi habitación, 4 metros cuadrados de un edificio en obras, en una calle donde los hombres armados se pasean como si de un campo de batalla se tratase. Anoche, una terrible explosión sacudio esta parte del campo; explosión seca, terriblemente ruidosa, sin eco alguno…..aún no hemos acertado a dislumbrar si fue una bomba o un petardo de gran tamaño.

Y es que escuchando a Ojos de Brujo casi llego a la conclusión de que el confort es la muerte de la vida … dificil que tantas emociones o situaciones buenas y malas nos puedan pasar allí en Madrid o Barcelona como en los lugares donde el confort, por fuerza, ha de ser emocional.

El fin de semana vino precedido de la experiencía mas fuera de control que he vivido hasta el momento: mi detención el martes pasado en Marjayun donde los servicios secretos libaneses debieron de considerar que mi presencia en zona UNIFIL no estaba debidamente justificada. Dos policias de paisano me abordarón y me intrudujeron en un coche todoterreno. Yo calmado, ocultando la tensión que la situación me generaba, me deje llevar.

Atento, despertando los reflejos intentaba aclarar mis situación con el conductor, el unico con el que me podia comunicar; ¿Estoy detenido?…No, ¿Secuestrado?…. No. Escuetas palabras salian de su boca. En 15 minutos me encontré en un edificio del ejercito libanes, viejo y semi ruinosos. Militares en camisetas interiores cortas, llenas de manchones y atuendos descuidados me miraban alucinados de arriba abajo. Mi mochila era el objeto de atención de los soldados. Vacia ya, revisaban las costuras mientras uno de ellos me ponia frente a la pared y me cacheaba de arriba abajo mis comodas ropas sin bolsillos.

Al no hablar ninguno de los militares ingles decidierón mi traslado a Nabatieh. Esposado y detenido oficialmente desde ese momento me introdujeron en un viejo mercedes sin distintivos policiales esposandome al apoya brazos del asiento del copiloto, eso si, con las esposas colocadas muy delicadamente. La situación se me tornaba dantesca, sin explicación alguna habia sido detenido por dos hombres de paisano y estaba siendo trasladado a otro cuartel esposado a un un viejo coche.

En Nabatieh tampoco los mandos se quisierón hacer caso de la situación, nadie hablaba ingles y me veia literalmente secuestrado…allí decidierón que debia de ser interrogado en Saida, en las oficinas de inteligencia. Esposado de nuevo al viejo mercedes llegué a Saida mientras le daba vueltas mentalmente a mi situación incomprensible.

El cuartel de Saida es donde se conceden los permisos para transitar por territorio UNIFIL, permiso que habia conseguido el día anterior, y donde se consiguen los permisos para poder entrar en los Campos de Refugiados del Sur de Líbano.

Esposado fuí introducido en un cuarto de no mas de metro y medio por tres metros junto con otros seis presos. Uno a uno nos iban llamando e introduciendo en una cutre oficina que a mis ojos parecia mas bien un centro de interrogatorios de los mas tenebrosos que cualquier pelicula sobre la dictadura chilena podria reflejar. Desde el pequeño cuarto escuchaba los gritos de los carceleros presionando sicologicamente a los detenidos. Sin entender palabra, sabia que esos metodos no respetaban los Derechos Humanos y temia por mi situación. Uno tras otro pasaban por ese cuarto y salian con la cara empapada en agua. Cuando llego mi turno, encontré a uno de los detenidos en calzoncillos, esposado en la espalda, de rodillas y con la cabeza apoyada en el suelo con todo su cuerpo vencido hacia ella. La imagen me resulto humillante, degradante y terriblemente impactante. Sin presión de ningun tipo, exceptuando la de la presencia del pobre libanes tras de mi, y con un trato oral mucho mas normal y estando aún yo esposado, un mando del ejercito que debia de ser un capitan recien llegado de Beirut para interrogarme, se dirigio a mi con una voz seria y seca preguntandome por mi nombre mientras escribia lo que parecia ser un atestado. Tras decirle mi nombre le exigí que llamase a mi embajada ya que queria ser interrogado en presencia de un representante consular. Tras negarme a contestar una sola pregunta accedio a llamar a la embajada que intercedio por mi y quede libre ante la cara inexpresiva del capitan que no volvio a hacer mas preguntas.

El trascurso de este suceso se prolongo por cerca de 5 horas. De las cinco, tres fueron horas escuchando gritos y golpes, que a mi entender eran torturas a transgresores de poca monta. Tres horas de cuestionamientos sobre los metodos de interrogatorio de un país que pretende estar a la altura europea (y lo esta en cuanto a lujos se refiere) y que solicita la presencia de soldados de intermediación en sus propios conflictos. No quiero pensar que sea para no educar a sus propios militares en Derechos Humanos. Tres horas tratado como un espia, un delincuente o no se muy bien qué, sin poder hablar con nadie (ni con los otros detenidos nos dejaban hablar), sin aclaramiento de ningun tipo de el por qué de mi situación….lo unico cierto que he concluido es que el ser europeo en Libano te ahorra lo que mis compañeros de ratonera sufrierón o estarán sufriendo.

Este ha sido tal vez el capitulo mas espinoso y duro de los ultimos días.

Durante el fin de semana decidí volver a la zona UNIFIL, a Tiro, la ciudad en la que los soldados españoles desembarcarón en el 2006. En el chiringuito que atravesarón, que aquellos días era el unico permitido para atender a la prensa que cubria la llegada de los soldados, «Dalyas House», me tome un buen rón de los que ya hechaba de menos, y compartí conversación con Dalia y con Rana. Ambas de educación francesa, una chii y la otra cristina, me contarón como vivierón aquel día y su percepción de nuestras tropas en su país. Aquel dia del desembarco se vivio con una gran espectación, mas por el espectaculo que por lo que significaba. Los soldados, carentes de idiomas, atravesarón como un ciclón el chiringuito mientras solicitaban a Rana y Dalia botellas de agua fresca.

Ese día Dalia y Rana se sintieron tristes. Tropas de otros paises estaban allanando su soberania con el beneplacito de su gobierno. Ya se han adaptado a convivir con las tropas extranjeras. De vez en cuando las vienen a ver y a tomarse unos whyskies y parece ser que nuestros soldados intentan aprender español con las guapas libanesas. Dalias se ha convertido en el chiringuito de playa de moda donde el arte tambien tiene su lugar. Una gran pintura a medias de estar acabada, decora uno de los laterales de la barra de bar….diferentes visitantes se unen a colaborar con ese mural colectivo al cual fuí invitado a participar. Y es que a pesar de la situación de Líbano, la gente se niega a morir y a vivir encerrada. Aqui ya han aprendido a vivir frente a todas las adversidades, una actitud contagiosa y que ya he tomado como mia.

Y es que a pesar de …. la ilusión y la voluntad se mantiene, al igual que las de Rana y Dalia a las que tuve el gusto de conocer por un consejo del gran reportero argentino Hernan Zinn. Y es que vivir, a veces siginifica tener tropiezos que luego a uno le permiten reflexionar sobre pasos futuros, tambien significa tener encuentros inesperados de los que a uno le levantan la moral por encontrase frente a espejos intelectuales o creativos. Y es que a pesar de todo, vivir siempre tiene sus riesgos y sus sorpresas. Sorpresas como el encuentro con Nadia el domingo en un hotel de Tiro con la que comparti un dia entero hablando de Chile, de Iraq, de los campos de refugiados, de su historia como hija de refugiados palestinos en Chile, hablamos de compromiso social, de las ONG´s y su efecto desmovilizador en las sociedades donde las contradicciones y las posibilidades de autoorganización eran mas agudas y posibles. Como espejos desarrollabamos hilos en la conversación de manera increiblemente apasionada. Hablando y hablando resulto que teniamos conocidos en el Estado español comunes….no podia ser de otra manera. El espacio que nuestras ideas ocupan es el mismo.

Y es que a pesar de …. seguimos construyendo redes y nuevos mundos desde Ein El Hilweh…..

Manuel.


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