Tres días de encierro en Leganés para defender la escuela infantil pública

08/06/2008

Los profesores se oponen al decreto de mínimos del Gobierno regional


«Somos escuelas infantiles y no guarderías». Ese lema daba la bienvenida en la tarde de ayer a la escuela El Rincón, de Leganés, donde más de medio centenar de profesores y educadores de centro públicos para niños de entre 0 y 3 años iniciaron un encierro para protestar por la «deriva privatizadora» que, según ellos, ha puesto en marcha la Comunidad de Madrid respecto a la educación infantil.

La iniciativa, convocada por la junta de portavoces de escuelas infantiles y casas de niños de la red pública, tiene como objetivo exigir la eliminación del decreto de mínimos que regula estos centros educativos, aprobado por el Gobierno regional en marzo y que supone un incremento en el número de alumnos por aula y una disminución de los profesionales, así como de la calidad de los propios centros. Los organizadores esperan que el encierro previsto hasta la tarde del domingo, congregue a más de un centenar de docentes.

«Es una llamada de alerta a la sociedad madrileña por el proceso privatizador del Gobierno regional, ya que este decreto no es otra cosa que un golpe en toda línea a la educación infantil pública», explicó Ángela Solano, portavoz de la entidad organizadora, que recordó que esta medida «sólo supone la creación de 3.000 plazas nuevas, cuando este año 35.000 niños se han quedado fuera de una escuela pública». Sólo en Leganés faltan 1.300 plazas, según datos municipales. Para el próximo curso, la región cuenta con 31.144 vacantes en 380 escuelas infantiles públicas, según datos de Educación. Es decir, menos de una plaza por cada bebé.

A lo largo de toda la tarde de ayer decenas de trabajadores de centros educativos de diferentes puntos de la región -son 5.000 profesionales en Madrid-pasaron por el centro, decorado con carteles y pancartas sobre los derechos de los niños a una educación digna.

Entre los asistentes, María Ángeles Martínez y Eva Velasco, profesoras de la casa de niños de Villamantilla, tienen muy claro los efectos del decreto de la Consejería de Educación: «Ya sabemos que tendremos que atender a más niños y, por otro lado, es muy posible que haya un recorte de personal», explican. Y eso, para la directora de la escuela El Rincón, Paloma Núñez, tiene unas víctimas claras: los niños. «A fin de cuentas, se ve mermada la labor educativa con los alumnos, porque las escuelas infantiles no están para cuidar niños durante unas horas, sino para educarlos», deja claro.

Los organizadores han preparado un programa de actividades para padres y niños, a los que han animado durante los últimos días a participar en la protesta. Hoy y mañana se desarrollarán talleres de juegos, cuentacuentos, tertulias o actuaciones musicales.

Ayer, el alcalde de Leganés, Rafael Gómez Montoya, acudió a la escuela para mostrar su «apoyo y solidaridad» a las reivindicaciones de los trabajadores de la educación infantil.

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