Un centenar de personas acuden a celebrar la fiesta del cordero en Polvoranca

Aunque seis meses tarde, el parque de Polvoranca de Leganés se convirtió ayer por unas horas en lo más parecido a lo que es Marruecos el 7 de enero. Ese día se celebra en el país africano la fiesta del cordero, una tradición que reúne a las familias alrededor de un tajine de cordero, que ha sido previamente sacrificado como parte de la fiesta, según explica Fátima Naimi, marroquí adoptada española, mediadora intercultural del Ayuntamiento leganense y miembro de la organización.

Ayer no se degolló a ningún animal, pero cerca de un centenar de personas disfrutaron, apretados a la sombra de los árboles, de un auténtico tajine marroquí, un guiso de cordero o pollo condimentado con todo tipo de especias «y mucho amor», según las claves de una de las cocineras, la tangerina Sofía el Chamad.

La primera de lo que se espera se convierta en una tradición fue un éxito entre los asistentes. «El tajine es espléndido, hace un buen día, hay actividades para los críos… está muy bien», explicó Carmen Gallego, que acudió con su pareja y su hijo.

Entre los que se acercaron al parque de Polvoranca estaba Rita Salinas, concejal de cultura de Leganés, que incidió en la idea de asentar la fiesta. «Tendríamos que hacer dos fiestas al año», reflexionaba con la música de los tambores que amenizaban la espera de fondo. «Una a principio de curso y otra [la de ayer] al final». Esto, suponiendo que la fiesta cuaje porque de ayer no fue más que «un experimento» a ver qué recibimiento acogía.

El apunte: «Tenemos cordero para toda la semana»

La organización pecó de optimista al valorar la asistencia a la fiesta. Hasta 250 platos de tajine habían preparado, aunque no debieron repartir más de 100. «Vamos a estar comiendo cordero toda la semana», decía divertido Santiago.