El baboseo del recinto ferial

16/08/2009

Iba tan rodeado de validos, marqueses , duques y condes de su corte que, resultaba gracioso el baboseo chorreante y empalagoso de toda aquella corte ante su emperador.


En Leganés apenas hay caracoles, tampoco existen babosas, éstas más propias de las tierras denominadas de la cornisa cantabrica.

Pero éste año y más que nunca, el recinto ferial leganense está lleno de babosidades.
La noche del catorce del actual, observé un trayecto que ocupa la distancia entre las casetas de IU y las del PSOE, un reguero baboseante en exceso, en la zona central del recorrido las casetas de PP y ULEG, en ese recorrido el asfalto estaba resbaladizo y no lo era de residuos de las buenas viandas o licores, eran babas.

Observaba todo aquello cuando de pronto vi pasar a un personaje importante, iba tan rodeado de validos, marqueses , duques y condes de su corte que, resultaba gracioso el baboseo chorreante y empalagoso de toda aquella corte ante su emperador.

A veces, los emperadores, reyes o faraones, no tienen tiempo para ellos, les acompañan hasta el inodoro.
¿Peloterismo, proteccionismo, baboseo interesado?

Dicen que Claudio, siendo emperador de Roma, añoraba su niñez y juventud, cuando todos les creían un tonto, » el tonto de la familia Claudia», añoraba el tiempo aquél, donde su abuela Livia le dejaba escribir horas y horas sin molestarle ni para servirle la comida, la abuela pensaba que era mejor dejarle escribir «la historia de los Etruscos» que mostrarle a la sociedad romana.

Sin embargo cuando llegó a Emperador «de Leganés inclusive» le expiaban, le leían cuanto escribía, y le perdían los papeles, era tan sabio que, dejó una copia de cuanto escribía en lugar oculto, y, tras hacer esa copia, un día salió de palacio a los barrios pobres que quemó después Nerón, y allí, con su ligero tartamudeo lloró y expresó : «si yo domino el mundo, si promulgo las leyes, como soy el mayor esclavo del imperio»

Aquella noche rodeado de validos, senadores, comerciantes y un desmadre sexual, cuando vió tanto baboseo, tanto chupón a su alrededor, era consciente de que se tenía que dejar de envenenar, para alcanzar la única soledad que le quedaba para alcanzar la libertad.
Se llegó a decir que fue su propia mujer quien le aplico el veneno en el alimento.
Y es que en Leganés, en Roma y en Pernambuco, (metaforicamente) siempre te envenenan los más cercanos y a veces, lo hacen con babas.

La diplomacia, la educación, el respeto al superior jerárquico, es una muestra de respeto, y cortesía, sin embargo, el baboseo y el peloteo es una forma ridicula de matar o de morir.

Leganés, 16 de agosto de 2009

JOSMAN.

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