Un sinfín de cuentos

Este sábado y domingo vuelve Sinfín de Cuentos, nuestro ciclo de narración oral. Arrancará la que será su 6ª temporada en la que nuestro espacio se llenará de cuentos contados de viva voz.

Avisar que, como anunciamos, se seguirán las medidas de seguridad y sanitarias, además de limitar el aforo. Por ello, para la gestión del público, será NECESARIO RESERVAR en el correo sinfíndecuentos@gmail.com. El plazo será hasta el jueves incluido. Y en el caso del público familiar, se limitará la asistencia a un 1 adulto/niño (1 adulto podrá acudir con más menores, pero no 2 adultos y 1 niño).

En la cita del sábado 23 a las 19:00 h* para público adulto, abrirá la veda la narradora local Aurora Cuero. Residente en nuestro municipio, estudió escultura, es maestra artesana del cuero, PT y psicopedagoga. Contadora desde hace 10 años, ha narrado cuentos en colegios, institutos, festivales o cafés. Y la mayor parte de su repertorio bebe de la tradición oral.

Por esto último, nos trae la propuesta «Cuentos endiablados». Escucharemos una selección de historias donde el eterno enemigo de la humanidad es protagonista de leyendas y cuentos populares que explican los males del mundo. Y a través del miedo, del humor o del misterio, descubriremos diferentes caras de un demonio que continúa estando muy presente.

En la cita familiar del domingo 24  a las 12:00 h.* tendremos a Cristina Amarilla, narradora del municipio vecino de Parla. Ella es una cuentera, teatrera y consentida del humor que siempre ha vivido relacionada con la cultura y los libros. Su padre era librero, por lo que desde pequeña estuvo relacionada con el mundo de la historias. Durante 20 años regentó la Librería Carmen, hasta que en 2019 retomó su actividad artística con el proyecto «La Isla Amarilla».

Para esta ocasión nos trae un espectáculo muy ruidoso. En «Amarilla chillona» descubriremos que vive en un edificio con escaleras, plantas, regaderas, un gato que no ladra y una vieja no muy fea. Además, que tiene vecinos y vecinas de todo tipo, desde un guisante loco a un señor viendo la televisión. Y si queréis que os cuente más, quizá una oreja tengáis que tapar y la otra la deberéis llevar bien limpia para poder escuchar