ADICAE crea una red nacional de agentes de consumo ante la multiplicación de reclamaciones de consumidores desde 2007

Un millón y medio de consultas y reclamaciones atendidas por ADICAE desde que comenzó la crisis son buena prueba de hasta qué punto el abuso es moneda corriente tanto en servicios financieros como en electricidad, carburantes, telecomunicaciones, etc.

La asociación pone en marcha una campaña de formación cuyo objetivo es la creación de una red de Agentes Activos de Consumo que vigilen la evolución de los principales abusos a los son sometidos los consumidores en toda España, y emprendan acciones para evitarlos y denunciarlos.

Está ya abierto el plazo de matrícula para los cursos online de Agentes Activos de Consumo que ADICAE ha puesto en marcha en su plataforma de educación financiera. En solo una semana, un millar de consumidores ya se han matriculado.

ADICAE pone en marcha el proyecto ‘Creación de una red de Agentes de Consumo para la mejora de la posición de los colectivos especialmente desprotegidos y de los consumidores de mayor edad’. El objetivo final de esta iniciativa es la generación de consumidores activos y críticos que planten cara a los abusos de las grandes empresas y entidades y hagan valer sus derechos de manera colectiva.

La crisis económica ha aumentado los abusos de las entidades financieras y las grandes corporaciones empresariales, que buscan equilibrar balances a costa del bolsillo de los consumidores (subida de comisiones, subida de la luz y la gasolina, cobros indebidos, cláusulas suelo, preferentes y un largo etcétera), tal y como constata el aumento de las reclamaciones de los consumidores. ADICAE atendió el pasado año cerca de 400.000 consultas y reclamaciones, tres veces y medio más que las de 2007, un incremento del 37% en relación a los datos de 2012, lo que supone alcanzar el millón y medio de casos desde que comenzó la crisis.

Sin embargo este aluvión de reclamaciones no impide que continúen los abusos a los consumidores. Y por eso ante esta demanda social y en el marco de este proyecto, ADICAE ha abierto el plazo de inscripción al curso online gratuito para ser Agente Activo de Consumo, que en sólo una semana ya tiene un millar de alumnos (http://educacionfinanciera.adicaeonline.es/), con el objetivo de impulsar la acción consumerista en la sociedad y tejer una red de consumidores críticos y formados.

Quienes superen satisfactoriamente esta formación estarán capacitados para, a su vez, informar y formar a otros consumidores sobre sus derechos y cómo defenderlos frente a los abusos. Y así sucesivamente, por lo que el efecto multiplicador de la Red de Agentes Activos de Consumo ayudará a equilibrar la balanza entre las campañas de marketing y la información confusa que ofrecen bancos y empresas y la fuerza de los consumidores, cada vez más críticos y mejor informados.

Estos cursos van dirigidos a todos los consumidores, con o sin formación previa, así como personas que trabajen con organizaciones sociales y con colectivos sociales, que quieran iniciar labores de vigilancia y denuncia documentada de los abusos a los consumidores. Capacitará a quienes participen para informar y realizar talleres educativos que mejoren los conocimientos en los grandes temas de consumo (financiero, telecomunicaciones, electricidad, transporte…) de todos los ciudadanos, en especial de los mayores de 65, jóvenes desempleados e inmigrantes, es decir, de los colectivos más vulnerables ante los abusos en consumo. Aquellos interesados pueden matricularse a través de la plataforma online, (http://educacionfinanciera.adicaeonline.es/) o acercarse a su sede de ADICAE más cercana.

Los abusos en estos sectores están logrando que el gasto de las familias vaya en cada vez mayor proporción a satisfacer las necesidades básicas que proveen estas empresas en unas condiciones que les empujan hacia la pérdida de ahorros y el sobreendeudamiento. De hecho actualmente en España hay alrededor de 2 millones de personas en riesgo de sobreendeudamiento, cifra que sin duda han engordado los abusos de compañías y entidades bancarias, una situación que requiere de un impulso a la visión colectiva de la acción consumerista y que debería ser ya prioridad absoluta tanto para los poderes públicos como para toda la sociedad.