El alcalde de Leganés incumple su compromiso ante notario y no dimite al fracasar en su gestión

03/01/2014

*Precisamente ayer, 2 de enero, era la fecha marcada para ejecutar su palabra dada ante notario de que dejaría el cargo antes del 31 de diciembre si no iniciaba una serie de obras. ULEG, 4 ediles en el Ayuntamiento de Leganés, presentará en el próximo pleno una moción reclamando su dimisión. “Una vez más, el sr. Gómez Ruiz cumplió con su tradicional deshonor: Ni ante notario tiene palabra”, comenta Carlos Delgado, portavoz del partido vecinal independiente, quien añade “hay dos cosas seguras: la muerte y el incumplimiento de cualquier palabra dada o compromiso adquirido por Jesús Gómez Ruiz, alcalde de Leganés para desgracia de Leganés y sus vecinos.


Se adjunta foto del entonces candidato y hoy alcalde firmando ante notario el compromiso de dimisión.

Unión por Leganés-ULEG, 4 ediles en el Ayuntamiento, informa de que ya se ha cumplido el plazo marcado por el propio alcalde para presentar su dimisión. Como es vox populi, el entonces candidato Jesús Gómez se comprometió ante notario a dimitir el 2 de enero de 2014 si antes del 31 de diciembre de 2013 no se iniciaban una serie de obras. Obras que, a la vista está, no se encuentran siquiera en la mente del sr. Gómez. Tal compromiso no estaba condicionado, por mucho que se empeñe el alcalde. No dependía de tener mayoría absoluta o 27 ediles de 27, o que las cuentas del ayuntamiento tuvieran un billón de euros de superávit, ni que España vuelva a ganar el mundial. Eso de que ante el notario dejó escrito que «salvo causas no imputables a la voluntad del PP» es una excusa barata, como si un entrenador se comprometiera a «ganar la Liga, salvo que otro equipo saque más puntos», comentan desde el partido vecinal.

Desde ULEG se señaló que “nadie le obligó a ir al notario, nadie lo empujó a que se marcara esa bravuconada, con la «lideresa» Aguirre de testigo y vaticinando mayoría absoluta, ni nadie le puso un puñal en el pecho para que se hiciera el fantoche ante un fedatario público. Ahora bien, estas patochadas, como la de Cáritas, tienen un coste político y personal. Efectivamente, no está vinculado jurídicamente a dimitir, pero alguien con un mínimo de sentido del ridículo ya estaría haciendo las maletas. Y encima que no espere que la Oposición mire para otro lado ante este enésimo estropicio. Se lo vamos a reclamar en el pleno”.

No sorprende. “Ya sabíamos que no iba a cumplir su palabra”, aseguran desde ULEG, “lo sorprendente hubiera sido que tuviera honor político. Por eso, su credibilidad no queda mermada, ni tan siquiera la pierde. Ya no tenía (que se lo digan a Cáritas, a la Peña del Atleti de Zarzaquemada, a Alfonso Redondo, a multitud de empresarios…). Es llover sobre mojado en un Leganés cada vez más hasta arriba de fango por obra y gracia de este «honrado y eficaz» alcalde.

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