ULEG exige al alcalde de Leganés la readmisión incondicional e inmediata de los trabajadores municipales despedidos como requisito mínimo, previo y sine qua non para recuperar la “normalidad” en el Ayuntamiento

El partido vecinal no se sentará en ninguna mesa de negociación con el gobierno del PP para tratar sobre ninguna cuestión hasta que se recomponga el statu quo anterior al 28 de diciembre (fecha de los despidos) y el alcalde asuma que está en minoría, interprete correctamente el resultado de las urnas y respete las reglas de la democracia que se empeña en violar.

* ULEG recuerda que desde el 1 de enero están prorrogados los presupuestos y que hay partidas más que suficientes (porque son las aprobadas para 2012 donde estaban esos 39 trabajadores) para atender nóminas, calefacción y todos los gastos del ayuntamiento, por lo que se censura el alarmismo injustificado del gobierno local, basado en la mentira, la burda manipulación e intoxicación con el fin de chantajear a la oposición y confundir a los vecinos

Unión por Leganés-ULEG, 4 ediles en el ayuntamiento de Leganés, principal partido en la Oposición y único que ha impulsado un verdadero cambio en la ciudad presentando una moción de censura contra el gobierno del alcalde Jesús Gómez, insta al PP de Leganés a que se deje de artimañas, excusas y juego de manos y reincorpore ya y de manera incondicional a los trabajadores municipales despedidos con nocturnidad, premeditación y alevosía el 28 de diciembre del año pasado.

Desde ULEG se informa de que desde distintos miembros del gobierno del PP se está maniobrando para que alguno de los partidos de la oposición pacte o negocie con ellos los presupuestos municipales, modificaciones presupuestarias y otros aspectos que no detallan con claridad como podrían ser el intercambio de «cromos políticos». De hecho, en plena «negociación» para poner en marcha la moción de censura, fue público y notorio que el alcalde y el portavoz del PSOE en el ayuntamiento, así como miembros de ambos partidos tuvieron en el despacho oficial del primer edil un animado encuentro donde se sentaron las bases para negociar un escenario de gobernabilidad una vez fracasara la moción de censura, fracaso que ya se daba por descontado en el guión tanto del alcalde como del portavoz del grupo Socialista, necesitados ambos por unas razones u otras de «apoyo mutuo» y contrarios a un cambio real que no sea un recambio o un intercambio PP-PSOE.

PSOE-IU y su colaboracionismo con el Régimen de J. Gómez.

ULEG quiere remarcar mediante este comunicado (y ante las intentonas del gobierno local) que no va a formar parte del «colaboracionismo con el régimen de Jesús Gómez» ni por activa, ni por pasiva, entendiendo que este papel queda reservado a los partidos de PSOE e IU, quienes sacrificando por intereses privados unos principios presuntamente progresistas han preferido mantener en el gobierno y en la alcaldía a las políticas más ultra y perniciosas para la ciudad que representan el Sr. Gómez y su equipo, como así quedó demostrado cuando el 15 de febrero, en cumplimiento del compromiso adquirido con las Plataformas vecinales y las Entidades Sociales, solamente ULEG acudió a Plaza Mayor para presentar en forma de moción de censura el único documento programático y de distribución de responsabilidades institucionales existente para dar un giro real a la ciudad de Leganés.

Coherencia, compromiso con lo vecinos y con la democracia

ULEG, como partido que en su larga trayectoria le ha caracterizado su capacidad de diálogo y de llegar a acuerdos con todas las fuerzas democráticas y con el tejido social de Leganés, seguirá fiel a su línea de apoyar lo que crea beneficioso para la ciudad, provenga de quien provenga la propuesta, y de rechazar y criticar lo que considere pernicioso y nocivo para los intereses públicos, pero precisamente por respeto a la democracia, a las reglas del juego y a los principios más elementales de decencia y coherencia política, ULEG no se sentará con el gobierno municipal hasta que con carácter previo y de manera fehaciente y con luz y taquígrafos no haya dado esos pasos necesarios para recomponer el statu quo que en los últimos meses destruyó el alcalde y que tuvo como gran, pero no único, detonante los alevosos despidos del 28 de diciembre.