El rector de la UC3M emplea a la Policía Nacional para disolver un piquete en el campus de Leganés

07/10/2012

Violando la autonomía universitaria, en la mañana del martes dos de octubre de 2012 una decena de agentes de la Policía Nacional y cuatro de la Policía Municipal irrumpieron en el Edificio Padre Soler para disolver un piquete de la CNT que denunciaba el reciente despido de un compañero del Sindicato de Enseñanza e Intervención Social.


El rector de la Universidad Carlos III de Madrid, Daniel Peña, y su equipo de gobierno, hoy han dado una buena muestra de su buen «talante» y espíritu de diálogo. Para resolver un conflicto sindical por despido y quitarse de en medio a un grupo de trabajadores y estudiantes que señalizaban en público al gerente y la jefa de Recursos Humanos de esta institución pública, ha decidido llamar a la Policía Nacional que, con coacciones, ha obligado a los miembros del piquete a abandonar el edificio y ha amenazado a varios compañeros con llevárselos detenidos si no borraban los vídeos que documentaban la escena. Todo ello en los pasillos del edificio Padre Soler del campus universitario de Leganés, que alberga numerosas aulas y oficinas de administración y servicios.

A primera hora de la mañana de hoy día 2 de octubre de 2012, un piquete de trabajadores y estudiantes de la Confederación Nacional del Trabajo, apoyados por varios integrantes de la Asamblea Popular de Lavapiés (15-M), de la que el trabajador despedido es miembro, se concentró a las puertas del campus universitario de la Universidad Carlos III en Leganés. Mientras, en uno de los despachos, el compañero recientemente despedido celebraba una reunión con el gerente de dicha Universidad, Juan Manuel Moreno, y la directora de Recursos Humanos, Carmen Martín-Romo. Esta cita, para tratar su readmisión, había sido obtenida la semana pasada en una acción simbólica de ocupación del despacho del rector, después de que éste hubiera incumplido en dos ocasiones el compromiso que había manifestado el día de la inauguración del curso académico (v. vídeo aquí: http://cntuc3m.blogspot.com.es/2012/09/la-cnt-boicotea-el-solemne-acto-de.html). Para conseguir que los responsables de los despidos en la Universidad dieran la cara y se reunieran con el trabajador afectado, cinco compañeros del sindicato tuvieron que sentarse a esperar durante más de una hora a la puerta de su despacho el pasado día 26 de septiembre hasta que por fin se les concedió la prometida reunión con el gerente.

Esa reunión estaba fijada para hoy martes a las diez de la mañana en una oficina del campus de Leganés. Allí acudieron el gerente y la directora del departamento de Recursos Humanos, que no aceptaron establecer ningún tipo de negociación y reiteraron su decisión de no readmitir al compañero, a pesar de que los contratos con los que había estado trabajando estaban en fraude de ley, de que no se le había notificado su despido y, lo más importante de todo, de que llevase cuatro años encadenando contratos temporales. Allí mismo volvieron a contarle al trabajador que una finalización de contrato no era un despido, y que lo sentían mucho, pero que todo se debía a la situación económica de España. Cuando el trabajador les comunicó que, ante su negativa a readmitirle, el conflicto sindical continuaría, el gerente le avisó de que la Universidad tomaría «medidas» contra los piquetes y acciones públicas de la CNT.

Poco tardaron los compañeros del sindicato en comprobar de qué tipo de «medidas» hablaban el señor gerente y la jefa de los explotadores, y hasta dónde llega el miedo que tienen estos señores a que nuestro conflicto laboral se extienda entre los trabajadores precarios de la Universidad Carlos III, que son mayoría.

A su salida de la reunión, los miembros del piquete siguieron a Moreno y Martín-Romo por los pasillos pidiéndole explicaciones de su decisión de no reincorporar a su puesto de trabajo a su compañero, al tiempo que informaban del conflicto a los trabajadores y estudiantes que se encontraban en el edificio. No les debió gustar nada a los susodichos que a las puertas de las aulas de esta universidad tan «excelente», un grupo de trabajadores y estudiantes solidarios les señalase con sus voces y sus dedos como responsables de la precariedad laboral, la subida de las tasas y la invasión de las empresas de rapiña en esta Universidad pública. A la carrera se encerraron en una sala, rodeados de unos cuantos empleados de seguridad, y llamaron a la Policía para que disolviese a quienes les estaban avergonzando en público. En pocos minutos, hasta diez policías nacionales y cuatro municipales entraron en el edificio y obligaron a los manifestantes a marcharse. Además, identificaron de forma intimidatoria al trabajador despedido y obligaron a borrar sus vídeos y fotos a los compañeros que habían documentado la escena con sus cámaras y teléfonos móviles, bajo la amenaza de que, si no lo hacían, se los llevarían detenidos.

Desde esta Sección Sindical queremos denunciar el paso adelante dado por el equipo rector de la Universidad Carlos III en su política de represión sindical e intimidación ante cualquier protesta que los deje en evidencia. Queremos recordar que la autonomía universitaria y la libertad sindical son dos principios fundamentales de ese sistema supuestamente democrático con el que a ellos se les llena la boca en sus actos públicos y sus homenajes a celebridades. Una universidad donde la policía campa a sus anchas y donde a los trabajadores sindicados se les impide expresarse es el más claro síntoma de una dictadura a la que cada vez le duelen menos prendas en manifestarse.

También queremos reiterar nuestro ánimos a los trabajadores de la Universidad Carlos III, especialmente a los interinos cuyos contratos «finalizan» el próximo mes de diciembre, para que se autoorganicen en asambleas independientes y para que, pasando de las burocracias sindicales que no van a hacer nada por ellos cuando estén en la calle, planten cara cuanto antes a esta colección de desvergonzados, como el rector Daniel Peña y sus acólitos, que se han pensado que nuestras vidas y las de nuestras familias son meros trámites en su carrera por escalar peldaños en no sé que ránkines y no sé qué competencias internacionales.

Nosotros, desde este sindicato pequeño que se llama CNT, que no recibe subvenciones ni tiene liberados, seguiremos nuestra lucha por la readmisión de nuestro compañero. Y lo haremos de la mejor manera que sabemos: con la acción directa, la solidaridad y sin ningún miedo.

Porque pensamos que la lucha de nuestro compañero Javier por recuperar su puesto de trabajo es la de todos:

¡Readmisión compañero despedido!

Para ver el video de la acción ir al blog de la CNT en la UC3M

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