La obsolescencia programada: el motor secreto de nuestra sociedad de consumo

26/03/2011

Se denomina obsolescencia programada a la determinación, planificación o programación del fin de la vida útil de un producto o servicio de modo que este se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible tras un período de tiempo calculado de antemano, por el fabricante o empresa de servicios, durante la fase de diseño de dicho producto o servicio. La obsolescencia programada tiene un potencial considerable y cuantificable para beneficiar al fabricante dado que el producto va a fallar en algún momento, obligando al consumidor a que adquiera otro producto nuevamente, ya sea del mismo productor (mediante la adquisición de una parte para reemplazar y arreglar el viejo producto o mediante la compra de un modelo del mismo más nuevo), o de un competidor, factor decisivo que también se prevé en el proceso de obsolescencia programada.



¿Quién no ha escuchado frases del
estilo de antes los coches o los televisores duraban 20 años,
y ahora los hacen para que duren menos? Pues la realidad es
exactamente así, pero la variedad de productos y servicios
pensados y manipulados desde fábrica para que se estropeen al
cabo de un determinado tiempo es infinita. Los ejemplos son
infinitos. Por ejemplo, en un momento de la historia, los ingenieros
y diseñadores de bombillas tuvieron que trabajar para elaborar
bombillas que como máximo duraran mil horas. Si no se
estropeaban, no se compraban. Así que se acabó teniendo
un producto con una fecha de caducidad establecida en fábrica.
Otro ejemplo, los cartuchos o tóner de impresoras. En 2003, la
asociación de consumidores holandesa Consumetbond recomendaba
dejar de usar las impresoras Epson, ya que sus impresoras tenían
un chip que informaba de cuántas hojas han sido impresas, en
lugar de comprobar cuanta tinta queda en los cartuchos. Esta técnica
ya no es muy utilizada por las compañías de impresoras,
sino que son los cartuchos de tóner los que incorporan
sistemas para controlar su ‘caducidad’ a través de
chip que deciden cuando el tóner deja de funcionar.

Hace poco la televisión pública emitió
un documental titulado “Comprar,
tirar, comprar”
, de Cosima Dannoritzer, que
sorprendentemente fue visto por casi un millón de personas. El
impacto de esta película ha puesto en boga el concepto de
obsolescencia programada.

Gracias al periódico de información
crítica Diagonal,
podemos ofrecer la valoración de Esther Vivas, activista
social, experta en temas de consumo crítico y coordinadora del
libro “supermercados no, gracias”.




Descargar audio (MP3 – 9.1 MB)







Audio publicado en Más Voces : www.masvoces.org

Sin comentarios hasta ahora

Saltar a una conversación

No hay comentarios aún!

Puedes ser tú quien inicie una conversación .

Deja un comentario