WWF recuerda que el dragado del Guadalquivir es incompatible con la vida del río

04/11/2010

Sevilla, 3 de noviembre de 2010 – WWF recuerda al Ministerio de Medio Ambiente que, según los últimos avances del estudio del CSIC sobre el estuario del Guadalquivir, es imposible profundizar el dragado del cauce sin causar daños irreversibles al río, sus márgenes, las llanuras mareales e incluso Doñana y las playas y pesca de la zona. WWF pide al Ministerio que, una vez reciba el dictamen de la Comisión Científica, deniegue el permiso al nuevo dragado y revise el actual.


WWF, componente de la Comisión Científica que analiza el dragado del Guadalquivir, considera que los estudios realizados por el CSIC no dejan lugar a dudas sobre la falta de viabilidad del proyecto. La profundización hasta 8 metros del dragado en el canal de navegación no se puede llevar a cabo en la actual situación del Guadalquivir. Según WWF, esta actuación sería mortal para el propio río y para Doñana.

La continuada descoordinación en la gestión por parte de las administraciones públicas y los usos del río –muchos de ellos incompatibles entre sí – han alterado el estuario de forma grave. Un nuevo indicio de esta falta de acuerdo es el anuncio del Puerto de Sevilla sobre su intención de llevar a cabo el dragado el próximo año a toda costa, antes de que se pronuncie al respecto el Ministerio de Medio Ambiente y a pesar de las claras conclusiones científicas aportadas.

WWF insiste en que el papel del Ministerio para salvar Doñana y el estuario del Guadalquivir es clave. Por una parte, dando carpetazo al dragado de 8 metros y revisando las condiciones del actual dragado de 6 y, por otra, promoviendo la coordinación entre actores en el Guadalquivir, para recuperar la vida en el estuario y los beneficios ambientales, económicos y sociales.

Para mejorar la situación actual del río, los científicos consideran imprescindible incrementar los llanos mareales, reconectar los brazos del río con el cauce principal, aumentar y mejorar los aportes de caudales de agua dulce, reducir el aporte de sedimentos, nutrientes y pesticidas desde la cuenca del Guadalquivir e implantar un sistema coordinado para la gestión del río.

Todas estas medidas han de ser previas a cualquier otra actuación en el Guadalquivir, como sería el dragado. Los estudios realizados concluyen que, excepto la reinundación de llanos mareales en Doñana, todas las actuaciones previstas repercuten negativamente en el estuario. Entre éstas se encuentra la construcción de urbanizaciones y campos de golf junto al río, el aumento de los requerimientos de agua dulce para regadíos y actividades industriales, nuevas instalaciones en el Puerto de Bonanza (Sanlúcar de Barrameda) o la profundización del canal de navegación.

El dragado propuesto generaría una mayor erosión de las márgenes del río, aumentando la carga de sedimentos en el agua. Todo ello acarrearía enormes consecuencias para el Parque Nacional de Doñana, sin contar con la grave afección que supondría para la pesca y las playas de las costas onubense y gaditana.

Según Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF: “La conclusión es clara y no admite discusión, el estuario está en la UVI y no soportaría un mayor dragado”. Lo que el estuario necesita de forma urgente es agua dulce en mayor cantidad y calidad, además de restaurar gran parte de sus llanos mareales”. Y concluye: “Recuperar el río es una garantía de futuro para la naturaleza, la cultura y la economía de la zona y hay que apostar por ello”

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