Un museo único en España

El Museo de Esculturas al Aire Libre de Leganés permite a la ciudadanía disfrutar de un patrimonio excepcional: mas de 200 esculturas de los mejores artistas de nuestro país y fuera de él.

Pocas ocasiones tienen las personas de formar parte de una obra artística, de atravesarla, de rodearla, de tocarla, de contemplarla… en definitiva, de ser una con la propia creación artística. En Leganés existe esa oportunidad desde el año 1984 desde que se creó el Museo de Esculturas al Aire Libre de Leganés.

Es un proyecto único en España que dedica 27.000 metros cuadrados a dar alojamiento a una importantísima colección de esculturas que recorren un amplio panorama desde el siglo XIX hasta nuestros días. Y las hay para todos los gustos, desde las realistas a las abstractas, y de los mejores escultores y escultoras de nuestro país y de fuera de él: Martín Chirino, Pablo Serrano, Jorge Oteiza, Agustín Ibarrola, Susana Solano, Ángeles Marco, Eva Lootz, José Hernández, Mitsuo Miura…

Al sacar el arte a la calle se está proporcionando a la ciudadanía la ocasión de disfrutar de un patrimonio excepcional, ya que reúne obras cedidas por el Museo de Arte Reina Sofía, el antiguo Museo de Arte Contemporáneo, el Museo del Prado…

Además el museo ha generado a lo largo de estos años una incesante actividad cultural: publicaciones, conferencias, jornadas de debate sobre la escultura pública, clases a postgraduados de Bellas Artes… y visitas guiadas.

Si alguien desea recorrerlo y descubrirlo a solas, puede hacerlo paseando, fundiéndose con la naturaleza y la ciudad, o puede ayudarse, si no quiere perderse ninguna de las 200 esculturas, con los folletos publicados que le indican en qué lugar se encuentra cada escultura. Pero también se puede disfrutar de las visitas guiadas o del programa para familias, pensados especialmente para que pequeños y mayores disfruten juntos explorando, en determinados meses, de una manera dinámica y divertida,de la escultura.

Las esculturas que se pueden contemplar en Leganés, están divididas en dos bloques: el que ocupa el espacio del Museo y el que ocupa la propia ciudad, embelleciendo sus plazas, calles y jardines, fundiéndose con el paisaje urbano.