Casa vecinal e incumplimiento político

Han pasado 36 meses de los 48 que tienen los 4 años de legislatura y: “verdes las han segado”, es decir, ni las han sembrado todavía, cuando existía una fecha predeterminada para su ejecución.

Siendo candidato en 2007 el actual alcalde de Leganés, firmó unos acuerdos de diez puntos con la A.VV. de Zarzaquemada, uno de ellos, -para mí, el principal- era la construcción de la sede asociativa, en el cual habría salas para que colectivos y entidades realizaran algunas actividades, al haberse quedado pequeño el C.C y C. Julián Besteiro.

Han pasado 36 meses de los 48 que tienen los 4 años de legislatura y: “verdes las han segado”, es decir, ni las han sembrado todavía, cuando existía una fecha predeterminada para su ejecución.

Tal es, el incumplimiento a fecha de hoy, por parte del alcalde firmante –como candidato entonces- que es un desatino más en una legislatura, que le ha llevado en tres años a ser el alcalde peor valorado de la democracia en esta ciudad.

En Zarzaquemada, este hombre sólo ha parcheado con el Plan E, ese que yo, denomino de, levantar aceras y jardines y volverlos a poner con hierros hirientes y amenazantes.

Faltan 14 meses para las nuevas elecciones municipales, por lo tanto, para tener posiblemente alcalde nuevo, y éste, al parecer, no va poner ni la primera piedra, y algunos vecinos como yo, ya no queremos el local, algunos preferimos el local de siempre, bajo y húmedo en ocasiones, lo preferimos a las promesas tardías y presumiblemente incumplidas.

Yo, ya me he prometido no pisar esa soñada nueva sede, en caso de que en algún siglo venidero exista.
Las ilusiones y las esperanzas duran lo que duran, vecinos míos.
Si alguna vez se construye, diremos alguno lo de la zorra: “No están maduras”

Mucho está lloviendo y nevando en este pepinero légamo, para que éste alcalde recuerde una promesa firmada, y como decía el alcalde de Getafe: “hay que ser tonto del esfínter anal” para creerse algo de éste ayuntamiento ya.

Dice la prensa local que para derribar chabolas y una casa, es más ligero que para levantarlas. Me recuerda este edil a menudo a las mocitas de los años dictatoriales y más machistas aún: Prometer hasta meter, y una vez metido se acabó lo firmado y prometido…”
Una vez metido en el despacho oficial de la alcaldía, 44 meses de desidia, una vez metido en su buen cochazo, la sede vecinal presuntamente importe un carajo.

Repito, yo no pisaré esa sede vecinal, se me ha atragantado, pero me ilusionaba meses atrás, por mis compañeros /as, socias/os, vecinas/os, se la merecen tras más de 30 años de lucha.
Pero, mientras este ejemplar de la raza humana, siga rigiendo los destinos de nuestra ciudad: ¡las lechuzas eternas volverán al olivar…!
Con este alcalde, sólo se puede esperar el vallado de parques públicos, y el chocolateo verbenero por navidad de las personas de la tercera edad, lo demás, no puede denominarse gobernar.

José Manuel García García (JOSMAN).