Flatulencia política

27/11/2009

Quienes tras ser elegidos para administrar lo público, en ocasiones, incluso sin prevaricar, ni malversar, comienzan a medrar exageradamente por sus altos sueldos y lisonjas varias.


Basta el tiempo de beber un café, para entender la política de España, tarde de lluvia, ¿melancolía? pesimismo, apatía… depresión… ¡No! es la realidad inexorable que nos invade y sufrimos.

Hay una inmensa mayoría de políticos que, en vez de vivir para la democracia, viven de la democracia.

Quienes tras ser elegidos para administrar lo público, en ocasiones, incluso sin prevaricar, ni malversar, comienzan a medrar exageradamente por sus altos sueldos y lisonjas varias.

Todo lo anterior, les hace pegarse al sillón oficial hasta convertir su función en una profesión de por vida, porque no conciben otra que de más beneficios.

Los altos salarios, hacen de ellos, esclavos de su propia avaricia, ésta les hace incapaces de pensar en sus semejantes más desfavorecidos.

Sin cambiar la ley electoral tras 32 años, votamos siglas, cuando éstas deberían de llevar listas abiertas.

La democracia enlatada no es democracia, se parece muchos al cocido de mi madre, -en un hogar matriarcal- mi madre ponía siempre en el cocido madrileño repollo, mi padre decía que éste era el culpable de la flatulencia.

Luego, una lista electoral con un solo repollo en ella, provoca como esta verdura, flatulencias, en este caso políticas, yo acabé por aborrecer el repollo, y hoy, aborrezco la política con listas cerradas.

¡Listas abiertas, para evitar los gases malolientes, y en algunos casos, dolorosos!

¿Y primarias para cuándo?

Leganés, 27 de noviembre de 2009
José Manuel García García (JOSMAN)

Sin comentarios hasta ahora

Saltar a una conversación

No hay comentarios aún!

Puedes ser tú quien inicie una conversación .

Deja un comentario